[Este artículo lo encontré navegando por la web y me pareció muy interesante. El autor ya no es SUD por lo que tuve que editar algunas partes del artículo que me parecieron que estaban fuera de lugar. Lo que comparto es lo que creo que está bastante mejor hecho y muy bien documentado.]
"y reconociendo la gracia que se me había dado, Jacobo y Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo para que nosotros fuésemos a los gentiles y ellos a los de la circuncisión." Gálatas 2:9
Hablar, estudiar y
exponer elementos acerca de las ordenanzas sagradas de los Santos de los
Últimos Días es siempre un desafío. Muchos "mormones" se sienten agredidos
cuando se trata de entender, estudiar y analizar el conjunto ritual que conocemos
como la Investidura. En mi caso, es éste un tema que me fascina y al que he
dedicado muchas horas de lectura e investigación, así como de participación en
las ordenanzas del Templo (tuve la oportunidad de ser obrero del Templo cuando
fui mormón).
Lo cierto es que
vivimos en sociedades donde el conocimiento y la información se han
globalizado, y cosas que antes eran "reservadas" hoy son moneda
corriente en cualquier sitio web. Muchos Santos de los Últimos Días no están
interesados en saber cómo ha evolucionado el ritual del Templo desde que Joseph
Smith primeramente lo administrara en Kirtland (solamente lavamientos y
unciones) y posteriormente en Nauvoo (investidura completa y sellamientos matrimoniales
en el Nuevo y Sempiterno Convenio del Matrimonio). La mayoría de los Santos de
los Últimos Días aceptan sin vacilar su participación en ceremonias que pocas
veces intentan analizar profundamente, y es que, hay un temor detrás de ello:
¿será que realmente quiero saber que hay detrás del drama ritual de la
Investidura?
Por los pasillos de
las capillas se escuchan cada tanto comentarios como 'El Profeta era Masón', o
'Le han quitado cosas a la Investidura'. Y más grave aún, personas que ostentan
ciertas posiciones de poder emiten sentencias confusas a los miembros de la
iglesia. Recuerdo vívidamente un domingo a la mañana, sentado en el salón de
una clase, en la que el maestro citó una muy bella y profunda escritura del Libro
de Mormón:
"Y Alma empezó a explicarle estas cosas, diciendo: A muchos les es concedido conocer los misterios de Dios; sin embargo, se les impone un mandamiento estricto de que no han de darlos a conocer sino de acuerdo con aquella porción de su palabra que él concede a los hijos de los hombres, conforme a la atención y la diligencia que le rinden.Y, por tanto, el que endurece su corazón recibe la menor porción de la palabra; y al que no endurece su corazón le es dada la mayor parte de la palabra, hasta que le es concedido conocer los misterios de Dios al grado de conocerlos por completo." Alma 12: 9-10
Cuando el maestro
comenzó a tratar de explicar qué son los "misterios de Dios", rápidamente
fue interrumpido por una hermana (esposa de una autoridad general) quien se
apresuró a explicar que ese pasaje nada tenía que ver con misticismo, ocultismo
o esoterismo (una clara alusión a mi persona, ya que todos sabían mi condición
de Masón y estudioso del esoterismo). Por supuesto que tengo una interpretación
personal sobre ese pasaje de las Escrituras, y esa interpretación se vincula
entre otras cosas a lo esotérico. Evidentemente en aquel momento me llamé a
silencio, y sencillamente permanecí meditando en la importancia que la
ritualística del Templo ha tenido en mi vida. Ya en casa, encontré dos brillantes
citas del élder John A. Widstoe:
"Vivimos en un mundo de símbolos. Ningún hombre o mujer puede salir del Templo investido correctamente a menos que haya visto, detrás del símbolo, las poderosas realidades que el mismo representa."
El élder Widstoe está
definiendo de una manera brillante a la Investidura del
Templo como un
conjunto de rituales ESOTÉRICOS. Para comprenderlo mejor acudamos entonces al
concepto en sí mismo. Cualquier cybernauta puede consultar Wikipedia y
leer:
"Esoterismo (del griego έσώτερος): «dentro, desde dentro, interior, íntimo»; unido al sufijo «–ismo») es un término genérico usado para referirse al conjunto de conocimientos, enseñanzas, tradiciones, doctrinas, técnicas, prácticas o ritos de una corriente religiosa o filosófica, que son secretos, incomprensibles o de difícil acceso y que se transmiten únicamente a una minoría selecta denominada iniciados, por lo que no son conocidos por los profanos.Por extensión, el esoterismo se refiere a toda doctrina que requiere un cierto grado de iniciación para estudiarla en su total profundidad. En contraste, el conocimiento exotérico es fácilmente accesible para el público común y es transmitido libremente."
Tanto en su
etimología como en su definición la liturgia de las ordenanzas del Templo pueden y deber
ser catalogadas como esoterismo, y eso no es algo "malo", ni
"satánico" sino una simple tipificación o clasificación
antropológica.
Así es que, mis
queridos hermanos, cuando nos reunimos en la Casa del Señor para llevar a cabo:
"...unciones y lavamientos, y vuestros bautismos por los muertos, y vuestras asambleas solemnes y memoriales para vuestros sacrificios por medio de los hijos de Leví, y para vuestros oráculos en vuestros lugares santísimos en donde recibís conversaciones, y vuestros estatutos y juicios, para el principio de las revelaciones y fundamento de Sión, y para la gloria, honra e investidura de todos sus habitantes, son conferidos mediante la ordenanza de mi santa casa, que a mi pueblo siempre se le manda construir a mi santo nombre." D&C 124:39
Estamos sin duda alguna
participando de ceremonias esotéricas, místicas y ocultas del mundo exterior.
Relean cuántas veces quieran este versículo, nos habla de oráculos, asambleas
solemnes, revelaciones, etc., etc. Y recalca el Señor que para ese
fin ordena a sus hijos construir una Santa Casa en su nombre.
No puedo dejar de
pensar que en ello hay mucho de los "misterios de Dios".
Luego de organizar la
Iglesia de Cristo, el 6 de abril de 1830 con solamente 6 miembros, la nueva
denominación fue tanto ridiculizada como aceptada. Para muchos era la farsa del
joven José (el buscador de tesoros) mientras que muchos otros recibieron un
testimonio fehaciente del Espíritu Santo acerca del ministerio que allí se
estaba llevando a cabo.
A medida que fue
pasando el tiempo, José Smith fue sumando rituales y ceremonias más allá del
bautismo por inmersión y la imposición de manos para conferir el don del
Espíritu Santo. Estas ceremonias no eran comunes a las demás iglesias
cristianas de la época y la región, pero José aseguraba eran la restauración
de antiguos rituales salvadores (la historia le ha dado la razón en gran
medida, muchas ceremonias encontradas en Nag Hammadi en pleno siglo XX se
parecen mucho a las ordenanzas del Templo). Estas "innovaciones" comenzaron
hacia 1833, en 1840 se introdujo la doctrina del bautismo por los muertos, en
1841 los sellamientos por tiempo y eternidad y finalmente hacia 1842 la
evolución de estas ordenanzas llegó a transformarse en la INVESTIDURA, la cual
incluía los lavamientos y unciones. En 1843 José Smith administró por primera
vez la "Segunda Unción" o la "plenitud del sacerdocio"
El concepto de ser
"investido con poder de lo alto" había sido enseñado desde los inicios
de la fundación de la Iglesia aunque su concepto fue engrosando con el tiempo.
Cuando el Señor le revela a los Santos de los Últimos Días que debía partir
hacia el estado de Ohio, les promete:
"Y para que os escapéis del poder del enemigo y vengáis a mí, un pueblo justo, sin mancha e irreprochable, fue por lo que os di el mandamiento de trasladaros a Ohio; y allí os daré mi ley, y allí seréis investidos con poder de lo alto..." D&C 38:31-32
El pueblo de Sión
comprendió que sus enemigos en New York eran poderosos, y que debían peregrinar
hacia donde el Señor les investiría con poder de lo alto.
Algunas semanas
después, el concepto recibe más claridad en otra Revelación:
"Depuraos de la iniquidad que hay entre vosotros; santificaos delante de mí; y si deseáis las glorias del reino, nombrad a mi siervo José Smith, hijo, y sostenedlo ante mí con la oración de fe. Y además, os digo que si deseáis los misterios del reino, proporcionadle alimento, ropa y cualquiera otra cosa que necesite para cumplir la obra que le he mandado; y si no lo hacéis, él permanecerá para el beneficio de los que lo han recibido, a fin de que yo aparte para mí un pueblo puro. De nuevo digo, escuchad, élderes de mi iglesia, a quienes he nombrado: No sois enviados para que se os enseñe, sino para enseñar a los hijos de los hombres las cosas que yo he puesto en vuestras manos por el poder de mi Espíritu; y a vosotros se os enseñará de lo alto. Santificaos y seréis investidos con poder, para que impartáis como yo he hablado." D&C 43:11-16
Varias cosas son
claras, y entre todas ellas, que hay una estrecha relación entre la
Investidura, el comprender los MISTERIOS del REINO y el recibir enseñanza de lo
alto. A propósito de ello, citamos nuevamente al élder John A. Widstoe:
"La Investidura es tan simbólica que solamente un insensato intentaría describirla; está tan colmada de revelaciones para aquellos que ejercitan su fortaleza para buscar y para ver, que no hay palabras que puedan explicar o clarificar las posibilidades residentes en los servicios del Templo. LaInvestidura que fue dada por Revelación, puede comprenderse mejor por medio de revelación; por lo tanto aquellos que más vigorosamente lo busquen, con corazones puros, más grande les será la revelación."
Lamentablemente "calentar silla" en el Templo y
dormirse durante la presentación de la Investidura no parece ser lo que el
Señor espera de nosotros... Es más, conocer de memoria las ordenanzas (algo loable
por cierto) es solo el comienzo. Si tienen miedo de recibir revelación sobre el
esoterismo del Templo, entonces jamás la recibirán, y perderán así la plenitud
de gozo y belleza que la Investidura puede brindarnos. Si buscamos, dice el Élder
Widstoe, se nos revelará más y más. No olvidemos que todo en la Investidura es simbólico (y que pena todo lo
que le han quitado!).
El 27 de diciembre de
1832, Joseph Smith recibió por revelación:
"Organizaos; preparad todo lo que fuere necesario; y estableced una casa, sí, una casa de oración, una casa de ayuno, una casa de fe, una casa de instrucción, una casa de gloria, una casa de orden, una casa de Dios" D&C 88:119
Y allí mismo se le
ordenó establecer la Escuela de los Profetas para la formación de aquellos
llamados al Ministerio:
"Y además, el orden de la casa preparada para la presidencia de la escuela de los profetas, establecida para su instrucción en todas las cosas que les convienen, sí, para todos los oficiales de la iglesia, o en otras palabras, aquellos que son llamados al ministerio en la iglesia, comenzando por los sumos sacerdotes, hasta los diáconos [...]
Y no recibiréis entre
vosotros a nadie en esta escuela, a menos que esté limpio de la sangre de esta
generación; y será recibido mediante la ordenanza del lavamiento de los pies,
porque para este fin fue instituida. Y además, el presidente o Élder presidente
de la iglesia administrará la ordenanza del lavamiento de los pies."
D&C 88:127,138-40
El 23 de enero de
1833, Joseph Smith lavó los pies de todos los miembros de la Escuela de los
Profetas, rememorando el pasaje del Nuevo Testamento descrito en Juan 13. La
Escuela tuvo 18 miembros fundadores (todos varones) y el recibir los
lavamientos implicaba estar limpios de la sangre y los pecados de esta generación,
así como sellarse a la Vida Eterna. El concepto de sellar a alguien a la Vida
Eterna es mencionado en el Libro de Mormón (Helamán 10:7), y el propio Joseph
dijo: "la orden del sumo sacerdocio es la que posee el poder dado a ellos para
sellar a los Santos a la Vida Eterna." (Citado en Donald Q. Cannon and Lyndon W.Cook editores, "Far West Record:
Minutes of the Church of Jesus Christ of Latter-Day Saints 1830-1844", Salt Lake City, Deseret
Book, 1983).
Una vez finalizada la
construcción del Templo de Kirtland (hoy propiedad de la
Comunidad de Cristo)
en 1836, Joseph se encontraba pronto para administrar una nueva Investidura a
los líderes de mayor jerarquía en la Iglesia (organizados ahora como el Quórum
de los Doce Apóstoles). En este caso, además de los lavamientos se realizaron
unciones con aceite de oliva consagrado para sellar los lavamientos.
Una vez más, los
Santos de los Últimos Días debieron marcharse debido a la persecución, ahora a
Illinois, donde fundaron la hermosa ciudad de Nauvoo.
Nuevamente el Señor
requirió de su pueblo la construcción de un Santo Templo, diciendo:
"Además, de cierto os digo, ¿cómo podré aceptar vuestros lavamientos, si no los efectuáis en una casa que hayáis erigido a mi nombre? Porque por esta causa le mandé a Moisés que construyera un tabernáculo, para que lo llevaran consigo por el desierto, y que construyera una casa en la tierra de promisión, a fin de que se revelaran las ordenanzas que habían estado ocultas desde antes que el mundo fuese. Por tanto, de cierto os digo que vuestras unciones y lavamientos, y vuestros bautismos por los muertos, y vuestras asambleas solemnes y memoriales para vuestros sacrificios por medio de los hijos de Leví, y para vuestros oráculos en vuestros lugares santísimos en donde recibís conversaciones, y vuestros estatutos y juicios, para el principio de las revelaciones y fundamento de Sión, y para la gloria, honra e investidura de todos sus habitantes, son conferidos mediante la ordenanza de mi santa casa, que a mi pueblo siempre se le manda construir a mi santo nombre. Y de cierto os digo, edifíquese esta casa a mi nombre, para que en ella pueda yo revelar mis ordenanzas a mi pueblo; porque me propongo revelar a mi iglesia cosasque han estado escondidas desde antes de la fundación del mundo, cosas que pertenecen a la dispensación del cumplimiento de los tiempos. Y le mostraré a mi siervo José todas las cosas concernientes a esta casa, y su sacerdocio, y el sitio sobre el cual se ha de edificar." D&C 124:37-42
Además de mencionar
las prácticas que hasta ese momento se venían desarrollando, el Señor promete
aun más, cosas que estaban escondidas desde antes de la fundación del mundo. Es
sobre esta época en que José Smith se involucra con la Masonería (John Adams,
un converso S.U.D. era diputado Gran Maestro de la Gran Logia de Illinois).
Inicialmente la
solicitud de establecer una Logia en Nauvoo fue denegada (hacia junio de 1841),
pero finalmente hacia febrero de 1842, 18 francmasones se reunieron en la casa
de Hyrum, hermano de José y lograron fundarla, iniciándolo a él ese día y a
uno de sus consejeros en la Primera Presidencia, Sidney Rigdon.
Dos meses después de
iniciarse masón, José Smith comenzó a revelar su versión extendida de la
Investidura a unos pocos hermanos de confianza.
Comenzó a
administrarla en el primer piso de su casa y comercio, donde también se reunía
la Logia de Nauvoo. El 4 de mayo de 1842 por primera vez se administró la
Investidura incluyendo la instrucción particular sobre la relación entre el hombre
caído y Dios y se dieron las llaves de poder pertenecientes al Sacerdocio Aarónico
y al Sacerdocio de Melquisedec. El sitio se decoró con plantas, simulando un
jardín, y un velo dividiendo la sala.
Tal como registró uno
de los escribas de José Smith, la Investidura consistía en que José impartiera "instrucciones a ellos en torno a los principios y orden del Sacerdocio,
realizando los lavamientos y unciones, investiduras, y la comunicación de
llaves pertenecientes al Sacerdocio Aarónico y también a la orden superior del
Sacerdocio de Melquisedec, estableciendo la Orden perteneciente al Anciano de
Días [Adán], y todos aquellos planes y principios por medio de los cuales cada
uno puede asegurarse la plenitud de las bendiciones que han sido preparadas
para la Iglesia del Primogénito, y así ascender a la presencia de Elohim [Dios]
en los mundos eternos." (History of the Church 5:2).
Brigham Young explica
en sus escritos personales que los varones eran lavados y ungidos en el
dormitorio del Profeta, dándoseles un nombre nuevo y prendas de ropa interior
especialmente bordadas para vestir a partir de ese momento.
Así mismo menciona un
orden particular de oración que les investía de poder para solicitar cosas a
Dios con la certeza de que serían otorgadas.
Primeramente se
estableció esta SANTA ORDEN entre los varones, y luego comenzaron a ser
iniciadas las mujeres y se estableció lo que José llamó el QUÓRUM DE LOS
UNGIDOS, una Asamblea reservada-secreta con potestades de decisión en torno a
los asuntos del Reino de Dios. Este Quórum funcionó hasta la muerte de José Smith.
En torno al ya
demasiado explotado tema investidura-masonería, hago eco del brillante razonamiento del sociólogo mormón Armand L. Mauss:
"Que el ceremonial masónico en sí mismo ha cambiado y evolucionado en los siglos recientes no necesariamente invalida la afirmación de José Smith de que estaba, por revelación, restaurando las ceremonias del templo antiguo de las cuales la Masonería había heredado ciertos parecidos. Por el otro lado, nada asegura que esa afirmación implicara una total declaración de independencia entre el ceremonial del templo mormón de otras influencias culturales externas, incluyendo a la Masonería... Los Profetas y las religiones siempre se establecen y nutren dentro de un contexto cultural global, por lo cual no sería difícil entender por qué las revelaciones son recibidas en el idioma, cultura y contexto del revelador." ("Cultura, carisma y cambio: reflexiones sobre la adoración en el templo mormón", Dialogue: A Journal of Mormon Thought 20, 1987)