El
presidente Brigham Young, el segundo presidente de esta dispensación,
dijo:
"Este pueblo supone que tenemos todas las ordenanzas en nuestro poder para vida salvación, y exaltación, y que administramos esas ordenanzas. Este no es el caso. Estamos en posesión de todas las ordenanzas que pueden administrarse en la carne; pero hay otras ordenanzas y administraciones que deben efectuarse más allá de este mundo. Sé que le gustaría preguntar cuales son. Voy a mencionar uno. No tenemos, ni podemos recibir aquí, la ordenanza y las llaves de la resurrección "(Journal of Discourses, 15:137).
¿Poseemos
las llaves de la resurrección? ¿Podrían hacer que volvieran a la
tierra ,sus propios padres, sus abuelos, sus antepasados para que
nunca volvieran a morir? Enterré mi madre cuando tenía once años,
a mi padre cuando tenía veinte. Hecho mucho de menos a mis padres.
Si tuviera el poder de la resurrección como lo tenía el Salvador
del mundo, habría sido tentado para tenerlos por más tiempo. He
sido llamado para hablar en numerosos funerales por personas que he
conocido, gente a la que he amado, y personas con quienes he tratado
y mantenido una relación limitada. No sabemos de nadie que puede
resucitar a los muertos al igual que Jesús, el Cristo, hizo cuando
regresó a la mortalidad.
"[Las llaves] serán dadas a aquellos que han pasado por esta etapa de acción y han recibido sus cuerpos de nuevo. ... Ellos serán ordenados, por aquellos que poseen las llaves de la resurrección, para ir y resucitar a los Santos, al igual que nosotros recibimos la ordenanza del bautismo, recibimos las llaves de autoridad para bautizar a otros para la remisión de sus pecados. Esta es una de las ordenanzas,que no podemos recibir aquí [en la tierra], y hay muchas más "(JD., 15: 137).
Recordamos
cuando el Señor Jesús estaba en la popa de la nave y estaba
durmiendo sobre una almohada, y sus discípulos lo despertaron y le
dijeron:
"Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?"Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y hubo una gran calma. ..."Y ellos dijeron ... [a sí mismos], ¿Qué clase de hombre es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?" (Marcos 4: 38-39, 41.)
Tal
vez hay algo más que aprenderemos a medida que perfeccionemos
nuestros cuerpos y nuestros espíritus en los tiempos venideros.
Usted y yo - ¡Qué criaturas inítiles somos!. ¡Tal poder limitado
que tenemos, y lo poco que podemos controlar el viento y las olas y
las tormentas! Recordamos las numerosas escrituras que, estando en
una sola línea, fueron dichas por un antiguo profeta, Lorenzo Snow:
"Como el hombre es, Dios una vez fue; y como Dios es, el hombre
puede llegar a ser. " Este es un poder disponible para nosotros
cuando llegamos a la perfección y recibimos la experiencia y el
poder de crear, organizar, controlar los elementos primitivos. ¡Qué
limitados estamos ahora! No tenemos poder para obligar a la hierba
crecer, para que broten las plantas, las semillas se desarrollen.
"No
tenemos tales ordenanzas aquí", dijo Brigham Young.
"Organizamos según los hombres en la carne. Mediante la
combinación de los elementos y la siembra de semillas, hacemos que
las hortalizas, los árboles, los granos, etc. crezcan. "Pero
no les damos vida.
"Estamos organizando un reino aquí siguiendo el modelo que el Señor ha dado a las personas en la carne, pero no para los que han recibido la resurrección, aunque hay una similitud." (JD.15:137)
Millones
de nosotros han contribuido a la creación y el desarrollo de un
espíritu, pero "el germen de esto, Dios lo ha puesto en
nosotros. Y cuando nuestros espíritus reciben nuestros cuerpos, y
por medio de nuestra fidelidad, somos dignos de ser coronados,
entonces recibiremos la autoridad para producir tanto el espíritu
como el cuerpo. Pero estas llaves no la podemos recibir en la carne
"(JD. 15:137). Una vez más, los poderes de los cielos.
Aquí
tenemos a otro hombre, Abraham, una criatura mortal y antepasado de
Moisés, que "habló con el Señor, cara a cara, como un hombre
habla con otro." (Abr. 3:11).
El
Señor dijo: "Mi hijo, mi hijo, ... Yo te mostraré todos estos.
... Vi aquellas cosas que sus manos habían hecho ... se
multiplicaron ante mis ojos, y yo no podía ver su fin. "(Abr.
3:12).
El
Señor le mostró a Abraham las constelaciones, los mundos tan
numerosos como las arenas del mar; y el Señor dijo, "Abraham,
te enseño estas cosas antes que entres en Egipto, para que declares
todas estas palabras." (Abr. 3:15). Y luego vino una sucesión
de creaciones y planetas y mundos que no tenían fin.
El
Señor había enviado a su ángel para rescatar a Abraham de las
manos de un asesino que le habría quitado la vida en el altar. El
Señor le mostraría las cosas que no conocía, "porque,"
dijo él, "reino arriba en los cielos y abajo en la tierra, con
toda sabiduría y prudencia, sobre todas las inteligencias que tus
ojos han visto desde el principio; yo descendí en el principio en
medio de todas las inteligencias que has visto "(Abr. 3:21).
Y
entonces, el abre un nuevo mundo para el profeta Abraham. El Señor
le había mostrado a Abraham "las inteligencias que fueron
organizadas antes que existiera el mundo; y entre todas estas había
muchas de las nobles y grandes; y vio Dios que estas almas eran
buenas, y estaba en medio de ellas, y dijo: A estos haré mis
gobernantes; pues estaba entre aquellos que eran espíritus, y vio
que eran buenos; y me dijo: Abraham, tú eres uno de ellos; fuiste
escogido antes de nacer. Y estaba entre ellos uno que era semejante a
Dios, y dijo a los que se hallaban con él: Descenderemos, pues hay
espacio allá, y tomaremos de estos materiales y haremos una tierra
sobre la cual estos puedan morar; y con esto los probaremos, para ver
si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare; y a los
que guarden su primer estado les será añadido; y aquellos que no
guarden su primer estado no tendrán gloria en el mismo reino con los
que guarden su primer estado; y a quienes guarden su segundo estado
[y esto es la vida motal], les será aumentada gloria sobre su cabeza
para siempre jamás."(Abraham 3: 22-26.), si mantienen su
estado; si guardan los mandamientos; si hacen todas las cosas que el
Señor Dios les ha mandado.
Dios
ha tomado estas inteligencias, les dio cuerpos espirituales, y les
dio instrucciones y formación. Luego procedió a crear un mundo para
ellos y los envió como espíritus para obtener un cuerpo mortal,
para lo cual los preparó. Y cuando estaban en la tierra, les dio
instrucciones sobre cómo comportarse y conducir sus vidas para
hacerlos perfectos, para que pudieran regresar a su Padre en el cielo
después de sus experiencias. Luego vinieron los períodos de tiempo
cuando las almas debían ser colocada sobre la tierra y nacidas de
padres que se les permitió formar sus cuerpos. Pero ningún padre
que ha estado alguna vez en esta tierra, ha sido padre de un
espíritu, porque aún estamos tan lejos de la perfección. Recuerde
lo que se dijo hace un tiempo, que "Como el hombre es, Dios una
vez fue; y como Dios es, el hombre puede llegar a ser. "
Llegaron con un entendimiento preciso de que podían regresar para
llegar a ser como Dios y continuar en su gran desarrollo y progreso.
¿Puedes
formar un espíritu? ¿Conoce al alguien que alguna vez haya formado
un espíritu? Este es un poder que no se ha dado al hombre mortal,
por lo que aún tenemos que aprender mucho
"No tenemos el poder en la carne para crear y dar a luz o producir un espíritu [con todo el cacareado conocimiento de los expertos del mundo, esto no se ha dado al hombre]; pero tenemos el poder de producir [con la ayuda de Dios] un cuerpo temporal [para nuestros hijos]. El germen de esto, Dios lo ha puesto dentro de nosotros... He aquí, hermanos, pueden percibir que no hemos terminado, y no podemos terminar nuestro trabajo, mientras vivimos aquí [en la tierra], no más de lo que Jesús hizo mientras estaba en la carne "(JD.15:137. )
Permítanme
mencionar una cosa más. Mientras permanezcamos en el cuerpo mortal
no podemos "fabricar reinos [u] organizar materia, porque [esto
está] más allá de nuestra capacidad y llamamiento, más allá de
este mundo. En la resurrección, los hombres que han sido fieles y
diligentes en todas las cosas en la carne, [quienes] han guardado su
primer y segundo estado, y [son] dignos de ser Dioses coronados,
incluso los hijos de Dios, serán ordenados para organizar materia.
¿Cuanta materia suponen que hay qué entre aquí y algunas de las
estrellas fijas que podemos ver? La suficiente como para formar
muchos, muchos millones de tierras como esta, sin embargo, está
ahora tan dispersa, clara y pura, que miramos a través de ella y
podemos contemplar las estrellas. Sin embargo, la materia está ahí.
¿Puedes formarte una idea sobre esto? ¿Se puede formar una idea de
la minuciosidad de la materia? "(JD, 15:137)
¿Puede
usted darse cuenta aunque sea un poco que relativamente apenas
sabemos nada? Como dijo Pablo, "que ojo no vio, ni oído oyó,
ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado
para los que le aman." (1 Cor. 2:9).
Hablamos
del Evangelio en su plenitud; sin embargo, nos damos cuenta de que
una gran parte todavía está disponible para nosotros, cuando nos
preparemos, cuando perfeccionemos nuestras vidas, y cuando lleguemos
a ser más como nuestro Dios. ¿Estamos preparados para ello? En
Doctrina y Convenios leemos sobre Abraham, que ya ha alcanzado la
divinidad. Ha recibido muchos poderes que, sin lugar a dudas, nos
gustaría tener y finalmente tendremos si permanecemos fieles y
perfeccionamos nuestras vidas.
Permítanme
concluir con este pensamiento, la canción "Oh mi Padre":
Oh
mi Padre, Tú que moras
en
el celestial hogar,
¿cuándo
volveré a verte
y
Tu santa faz mirar?
¿Tu
morada antes era
de
mi alma el hogar?
En
mi juventud primera,
¿fue
Tu lado mi altar?
Pues,
por Tu gloriosa mira
vine
al mundo a morar,
olvidando
los recuerdos
de
mi vida premortal.
Pero
algo a menudo
dice:
“Tú errante vas”;
siento
que un peregrino
soy,
de donde Tú estás.
Antes
te llamaba Padre,
sin
saber por qué lo fue,
mas
la luz del Evangelio
aclaróme
el porqué.
¿Hay
en los cielos padres solos?
Clara
la verdad está;
la
verdad eterna muestra:
madre
hay también allá.
Cuando
deje esta vida
y
deseche lo mortal,
Padre,
Madre, quiero veros
en
la corte celestial.
Sí,
después que yo acabe
cuanto
tenga que cumplir,
permitidme
ir al cielo
con
vosotros a vivir.
Mis
hermanos, que Dios os bendiga al llevar a cabo nuestras vidas hacia
la perfección para que podamos alcanzar y recibir las bendiciones
que se nos prometen, para que podamos llegar a la divinidad algún
día y tener las bendiciones que ello supone. Pido al Señor que nos
bendiga al ir a casa, al capacitar a nuestros hijos, al enseñarles
las verdades del evangelio eterno; que ellos también pueden
organizar su vida para que puedan dirigirlos hacia esa perfección
que el Señor reconocerá en las eternidades. Pido estas bendiciones,
dejando nuestras bendiciones sobre ustedes, con el testimonio de que
esta es la verdad, que Dios vive y que Jesús es el Cristo. Usted lo
sabe y yo lo sé, y nuestras vidas debe mostrarlo en todas nuestras
actividades. Dejo este testimonioi en el nombre de Jesucristo. Amén.