Siempre me he preguntado porque Jesús, que con solo mandarlo sanaba o maldecía, usó para curar elementos y métodos que nos recuerdan a los actuales curanderos. Las sanaciones en cuestión son a dos ciegos y a un sordo. Como eran métodos tan extraños, al final llegué a la conclusión que esos relatos no eran exactos y que se manipuló la historia, como tantas otras, con el copiado una y otra vez a lo largo de los siglos. Pero no, que equivocado que estaba, mi amigo Saul Romero, un hermano de la Iglesia que se codea con judíos y comunidades judías, nos da la solución a tan misteriosas curas y nos lo explica con detalle.
Aquí copio lo que el compartió en un foro:
Según El evangelio de Juan registra que mientras en Jerusalén Jesús escupió sobre la tierra, creando lodo, y luego se la aplicó a los ojos de un ciego. Según Marcos leemos acerca de otro ciego que fue traído hacía Jesús en Betsaida, y simplemente escupió sobre sus ojos y lo curo.
Según Marcos también registran que Jesús metió sus dedos en las orejas y con su saliva tocó la lengua del hombre sordo.
Cuando uno piensa al respecto, un obrador de milagros se gana la atención simplemente mediante la realización de un milagro. Pero la pregunta ideal es, ¿Por qué Jesús hizo esto? ¿Por qué usó su saliva para sanar a estos enfermos?
Por otra parte, cuando una sociedad, tal y como la de la época del segundo templo, donde Israel ya había comprendido y evitado los problemas de la impureza ritual, es lógico pensar que alguien que sanara a otra persona usando su propia saliva no iba a pasar desapercibido.
¿Pudo Jesús solamente haber dado la orden para sanar a estos tres hombres?
Si la respuesta es sí, ¿Por qué él escogió este método? ¿Habrá algún mensaje detrás de todo esto?
La respuesta es evidente, por lo atestiguado en el Nuevo Testamento, es obvio que Jesús sí pudo haber sanado a estos tres hombres con el simple acto de haber dado una orden divina, por ejemplo, en una ocasión El Maestro sana a un paralítico simplemente diciéndole: "¡Levántate, toma tu catre y vete a tu casa!" (Mt 9.6) Y a Lázaro lo resucitó diciendo: ¡Lazar, ven fuera! (Jn 11.43).
Pero El Mesías escogió escupir con el fin de mandar un mensaje de gran importancia y relevante acerca de su ascendencia y su posición como el único hijo legítimo de su Padre celestial.
Era concebible en los tiempos antiguos que un hombre tuviera varios hijos con distintas esposas. Abraham envió lejos a sus esposas e hijos de Isaac para que quedara claro quien era su heredero. De vez en cuando un hijo reclamaba y ponía en duda quien era el heredero. Una razón para disputar la demanda era la ilegitimidad (ya sea que el hijo haya nacido dentro o fuera del matrimonio). El escritor de la carta a los hebreos habla de cómo nosotros podemos conocer si verdaderamente somos hijos de Dios; porque somos disciplinados por él, y por nuestra actitud y nuestras obras. Un hijo ilegítimo no es criado de esta manera.
La tradición judía enseña que en casos de disputa con respecto a la herencia, Dios tenía una prueba que sobrenaturalmente revelaba quien era el heredero legal; heredero de la autoridad de la primogenitura y la herencia de las propiedades familiares.
La gente de la época del segundo templo estaba consciente y enterada de esta tradición de Israel, la cual decía que la saliva de un primogénito legítimo tenía características curativas contra las lesiones y las enfermedades. Una vez que la saliva del hijo en disputa ungía el miembro afectado, la sanidad se esperaba que tuviera lugar. Si legalmente él no era el primogénito, la saliva no tenía ningún efecto.
El Talmud dice:
"Cierta persona vino una vez delante del R. Janina y le dijo, ‘Estoy seguro de que este hombre es el primogénito’. Él le respondió, ‘¿De dónde sabes esto?’ Otros le respondieron, ‘Porque cuando la gente venía a su padre, él solía decir: ‘Id a mi hijo Shijat, quien es primogénito y su saliva sana’. ¿Podría haber sido primogénito solamente de su madre? — Hay una tradición que dice que la saliva del primogénito del padre es curativa, pero que la del primogénito de la madre no lo es. (Talmud de B. tratado Bab Batra 126b)Hubo algunos en la época del segundo templo que creyeron y siguieron a Jesús, pero también hubo algunos que no. Lo principal entre sus inquietudes eran las interrogantes acerca de su linaje. Después de todo, José, María reconocieron abiertamente que José no era el padre biológico de Jesús (Mt 1.25)… y también que María nunca había tenido relaciones sexuales antes de estar casada con José (Mt 1). Sin embargo, Jesús claramente había sido concebido y nacido… y de alguna manera alguien tenía que ser su padre, pero ¿quién?
Otro factor que debe de considerarse es el hecho de que desde el principio los enemigos de El Salvador lo calificaron a él como un mamzér (bastardo). Por ejemplo, en Jn 8.41 los adversarios de Jesús insinuaron que lo veían a él como un "hijo de fornicación". Por otra parte, en los tempranos escritos rabínicos (como en el Toldót Iéshu; una obra que levanta falso testimonio en contra de Ieshúa) El Mesías es llamado por ellos un mamzér (bastardo). Estos ataques muestran el hecho mutuamente aceptado de que José no era el padre biológico de Jesús, más sin embargo, también con estas acusaciones estas personas no lo consideraban a él como un hijo legítimo, como primogénito, y por razones obvias como heredero.
Lamentablemente, en la actual sociedad estos temas pasan por desapercibidos. Sin embargo, en aquel día tenía todos los ingredientes de un horrible escándalo con ramificaciones reales de por vida. Sin embargo, El Salvador también negó tener un padre terrenal. Él dijo y enseñó que había venido del Padre celestial, Dios. Si él hubiera sido un pecador, o el producto de un pecado, o no hubiera sido el primogénito legítimo de un padre, no se habría esperado que sanara a alguien, ya que Dios es la fuente de toda sanidad.
Este es el contexto de los capítulos 8 y 9 del libro de Juan. Una lección más grande es dada por El Maestro en lugar de solamente una serie de sanidades. En el capítulo 8 dice que El Cristo habló extensamente acerca de donde él venía, y cuando habló acerca de su Padre, la respuesta de la audiencia fue "¿Dónde está tu padre?" (Juan 8:19), insinuando de esta manera que El Cristo no tenía un padre legítimo, ya que estaba rodando el falso rumor que decía que él había nacido de fornicación. Por eso en el verso 41 los enemigos de Jesús insinuaron que lo veían a él como un "hijo de fornicación". No fue casualidad que en ese momento, después de esas discusiones, en ese mismo día, vieron a un hombre ciego y le preguntaron sus discípulos a El Cristo: "¿Quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?" (Juan 9.2 y vr. 34). El Cristo inmediatamente respondió la causa de la ceguera de esta persona, y demostró algo que hablaba algo convincente acerca de su procedencia, primogenitura, su legitimidad como hijo y su derecho como heredero.
El Mesías demostró que su saliva contenía propiedades curativas, presentando una situación sin salida para aquellos que eran sus críticos y enemigos al sanar al ciego con su propia saliva (Juan 9.15). De acuerdo a la tradición judía, cualquiera cuya saliva podía sanar de esta manera demostraba de manera sobrenatural y como una revelación directa del Cielo, que él era el primogénito y heredero legítimo de su padre. Pero ¿Cómo podía Jesús no tener un padre terrenal, y al mismo tiempo demostrar mediante este milagro proveniente del Cielo que él de manera legal era primogénito y heredero?
Esto solo puede tener sentido si sus declaraciones acerca de su procedencia eran verdaderas. Que él era heredero único y verdadero del Padre del cielo, legítimo y sin tacha, la Fuente de toda sanidad y restauración.
Es debido a esta prueba divina que los fariseos se alborotaron de tal manera cuando se enteraron de esto, interrogaron al joven ciego que había sido sanado, e incluso a sus padres. Y si prestamos atención a las palabras de los fariseos al interrogar al joven que había sido sanado por la saliva de Jesús, la pregunta que ellos formularon repetidamente fue: ¿Cómo te fueron restaurados los ojos? (Juan 9.10; Juan. 9:15) y en el verso 26 le volvieron a preguntar: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te restauró los ojos? (Juan 9:26), esta serie de preguntas formuladas por los fariseos fue debido a que ellos quedaron atónitos y maravillados de que El Cristo había sanado a un ciego con su propia saliva, es decir, El Cristo para este tiempo ya había hecho muchos milagros, y los fariseos estaban conscientes y enterados de esto, pero este milagro confirmaba que él realmente era quien dijo ser, el Hijo de Dios, el Primogénito del Santo bendito sea él. Por esta razón los fariseos perturbados deseaban matarle. Por esta razón la serie de preguntas hechas al joven que había sido sanado por la saliva de Jesús, llegaron a tanta insistencia que el joven les dijo: Ya se los he dicho y no escucha. ¿Por qué quieren oírlo otra vez? (Juan 9.27).
Este milagro fue especial, pues confirmó lo dicho por El Cristo cerrando la boca de todos aquellos que falsamente lo acusaban como “hijo de fornicación”. Mediante este milagro cerró la boca de todos sus enemigos que lo atacaban y ofendían con falso testimonio, y lo más maravilloso es que aquello que había sido dicho por boca de Jesús acerca de su procedencia, que él era el Hijo Dios, su heredero y primogénito, había sido confirmado por el mismo Dios.
La conclusión de la historia es de alegría pero al mismo tiempo es de tristeza. Como suele suceder, de gran parte de la humanidad pocos decidieron creerle a al Salvador; la mayoría no le creyó. El hombre ciego que fue sanado por medio de su saliva creyó, pero la duda expresada por las otras personas manifiesta que ellos no creyeron y no pudieron armonizar el conflicto, ellos le dijeron al ciego que había sido sanado: "Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés, pero éste, no sabemos de dónde es." (Juan 9.29).
La procedencia del Cristo no fue resuelta en sus mentes, ni en sus corazones. Su reclamación como el primogénito de Dios fue validada sobrenaturalmente por su Padre, por el mismo Cielo, pero ellos aún no creyeron lo que sus oídos escucharon, y lo que sus ojos vieron (Isaias 6.10). A causa de que ellos declararon tener la habilidad de poder ver con claridad, permanecieron cegados de la identidad del Cristo, su naturaleza, y el propósito que él tenía al venir a la tierra.
El procedimiento que Jesús usó para sanar al ciego, reveló quien realmente era, por eso él dijo: "Las obras que yo hago en el nombre de mi Padre, éstas dan testimonio de mí."
Muy buen artículo brother. Felicidades!
ResponderEliminarInteresante
ResponderEliminarMuy Interesante.
ResponderEliminarMuy interesante gracias por compartirlo
ResponderEliminarsuper, a la verdad super chevere
ResponderEliminarmuy útil, gracias
ResponderEliminarPorque usted no se entera de su batifurreo. No fueron metodos de superstición. Si quiere saber la respuesta yo se la doi deje de interpretar la Biblia y de filosofar.
ResponderEliminarEl hombre que menciona era sordo y ciego de nacimiento. Esta comprobado en la ciencia que el mundo de sordo-ciego de nacimiento es distinto no solo para los que no ha sido nunca si no para el que ha sido ciego y sordo mucho tiempo despues de hablar, escuchar( esta relacionado) y ver. Jesús lo llevo aparte del jolgorio de la multitud congregada. El curarlo de repente ante esa multitud hubiera sido un shock muy fuerte ante una persona que nunca habia escuchado y visto en su vida. Así Jesús tubo consideracion de llevarlo a parte mirar al cielo indicando la procedencia o el origen de donde vendria el milagro que iva hacer, de su padre por medio del Espiritu Santo. Al llevarlo a parte de esa multitud lo tranquilizó, puesto que el hombre ni veia ni oía, ya que estaría asustado. Al tocarle los ojos y las orejas indicaría qué era lo que le iva curar porque este hombre ni veia ni escuchaba. Sin duda, una muestra de consideración y amor de Jesús. Por lo tanto nada ritualismo. Fue un hecho o circunstancia especial que hizo que Jesús actuara así em consideración hacia este pobre hombre. En ninguna parte de la Biblia vera que Jesús antes de curar hiciera ritualismos o procedimientos superticiosos. Le animo que no enseñes batifurreos que no llega a nada fuera de los escritos de la Biblia.
ResponderEliminarY usted se atreve a decirnecque no interprete? No sa ni una referencia a sua afirmaciones. Se nota que ignora las costumbes judias del.siglo I y tambien desconoce el contexto. Solo le digo una cosa, que atrevida es la ignorancia
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarTu explicación fuera de explicar o argumentar, sólo repite lo mismo una y otra vez. Falacias ad hominem, de alguien ateo, agnóstico o bien que solo desea sustentar su incredulidad buscando el apoyo de otros, sin conseguirlo por cierto. Por lo demás no abordas el hecho de que Jesús hubiera usado saliva para curar al ciego, sólo que lo llevó aparte(esto último sin muchos argumentos). Por último la explicación del ponente ibermormonidades, está más que respaldada y claramente se nota una elaboración académica y teológica. Muchas bendiciones
EliminarPrecioso comentario muy convincente
ResponderEliminarYa lo avia escuchado y muy similar por un predicador
ResponderEliminarQue genial, en serio que eso no se lo revelo ni carne ni sangre que lindo es el espíritu santo valiéndose aun de las costumbres para darnos a entender las cosas con nuestras mentes tan cerradas.
ResponderEliminarPara mi jesus utilizo ese metodo del barro para demostrar lo que dice Genesis de la creacion, que el hombre fue hecho del polvo de la tierra, y el soplo o aliento de vida que salio de su boca es la saliva de el.
ResponderEliminarMuy bueno gracias se entiende mejor porque Jesús hacia lo que hacia
ResponderEliminarPor otro lado al usar saliva nos lleva de regreso al relato de Jesús junto al pozo y la mujer de Samaria (?)
ResponderEliminarEl le enseña y se revela a Sí mismo como la fuente de Agua Viva, de donde viene vida y salvación
“mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamas; sino que el agua que yo le daré será en el una fuente de agua que salte para vida eterna” (Juan 4:13-14).
Y que es la saliva? Agua. Uniendo así tradicion, profecias, y verdad.
Mis estimados hermanos de la fe, en la biblia hay ciertas partes que solo se pueden entender con la guianza del Espíritu Santo, recuerden que todo lo de Dios no es de lógica y razonamiento humano, porque debe entenderse con el poder del Espíritu Santo, por eso los discípulos le decían, porque nos hablas en parábolas, y Él les dijo les hablo así, porque no entenderían el lenguaje celestial. Volviendo a algunas formas como sanó Jesús de Nazaret, es para demostrar la soberanía de Dios por sobre todo nosotros, recuerden que la palabra de Dios dice que no hay nada debajo de la tierra ni sobre los cielos que sobrepase a Dios, Él es soberano y demuestra que para Él no hay nada imposible, puede sanar conforme a su soberanía, lo importante acá es saber sujetarse a la obediencia, y no cuestionar todo lo que Dios hace, por eso bien claro dice la biblia: sacrificios no quiero sino OBEDIENCIA, si entendiéramos la magnitud de estas palabras, entonces nuestra fe sería como el grano de mostaza.
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