¿Son los menores de 8 años exaltados en el Reino Celestial?

6 de julio de 2021

 

El otro día me encontré con un artículo que me llamó la atención por su título porque sabía que iba a estar basado mas en especulación que en las Escrituras. Y tras leerlo, mis sospechas fueron confirmadas. Lo pueden ver aquí: https://discursosud.com/2021/06/28/la-salvacion-de-los-ninos-pequenos-que-mueren-lo-que-sabemos-y-lo-que-no-sabemos/?fbclid=IwAR0Mc7dMGUEzazM_uhZ-ndEF9Yx_LGjcc4tGNLD-NkrH_rzVsv4OdO2ew1k

Es curioso que afirme “lo que sabemos y lo que no sabemos” de la salvación de los niños pero todo está basado en deseos de que sea así pero sin base en las Escrituras.

El estudio dice: La doctrina de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en cuanto a la salvación de los niños pequeños se resume en un solo versículo de las Escrituras: “… todos los niños que mueren antes de llegar a la edad de responsabilidad se salvan en el reino celestial de los cielos” (Doctrina y Convenios 137:10).

Y al autor más adelante afirma que los niños son EXALTADOS. ¿Me podrían decir dónde, en esa Escritura o en otra, se afirma la exaltación de los niños? Si analizamos el versículo 10 dice claramente que los niños son salvos, NO EXALTADOS, en el reino celestial de los cielos.  Recuerden que el reino celestial tiene 3 grados y que solo el más alto es la exaltación. Los otros dos grados inferiores son salvación. Por tanto, afirmar con esa Escritura, que estas demuestran que son Exaltados es una interpretación privada y es falso. Las Escrituras solo mencionan que son salvos en el Reino Celestial pero no podemos afirmar a cuál de los tres.

Y ahora analicemos el párrafo de la discordia. Lo llamo así porque me parece increíble que se acepten ideas de Profetas sin cuestionarlas porque lo ha dicho un profeta, pero debemos tener claro que estos también opinan y se equivocan como cualquier mortal. La mejor manera de saber si un profeta está correcto guiado por el Espíritu o dando su opinión es cuando su argumento está o n o en sintonía con los libros canónicos. Si una Autoridad General afirma una idea que no se puede encontrar en las Escrituras o las contradice, podemos tener claro que es opinión de la Autoridad a no ser que esté afirmando que es una revelación y esta sea sostenida por la Iglesia como tal para que sea vinculante entre todos los santos. El párrafo dice lo siguiente:

El presidente Joseph F. Smith (1838–1918) perdió a varios hijos por muerte prematura. Él recibió consuelo por medio de la doctrina de que los niños pequeños serían resucitados como tales y que sus padres rectos los criarían hasta que alcanzaran la madurez después de la resurección. En una ocasión, el presidente Smith señaló lo siguiente: “José Smith enseñó la doctrina de que el niño pequeño que muere se levantará como niño en la resurrección; y, señalando a la madre de un niño sin vida, le dijo: ‘Usted tendrá la alegría, el placer y la satisfacción de criar a ese hijo, después de que haya resucitado, hasta que alcance la estatura completa de su espíritu’. Hay restitución, hay crecimiento, hay desarrollo después de resucitar de la muerte. Amo esta verdad. Comunica a mi alma un caudal de felicidad, de dicha y de gratitud. Gracias sean dadas al Señor que nos ha revelado estos principios”2.

Los niños pequeños no solo alcanzan la madurez plena, sino que también reciben la exaltación plena. Abinadí enseñó que “los niños pequeños también tienen vida eterna” (Mosíah 15:25). El profeta José Smith enseñó que “tendrán a sus hijos, porque ellos tendrán la vida eterna, porque su deuda está saldada”3.

Para obtener el grado más alto del Reino Celestial, las personas que son responsables de sus actos deben entrar en el nuevo y sempiterno convenio del matrimonio (véase Doctrina y Convenios 131:1–3). Los niños pequeños que mueren tendrán esa oportunidad en el futuro. El presidente Joseph Fielding Smith (1876–1972) explicó: “El Señor les dará a estos niños el privilegio de todas las bendiciones de sellamiento que pertenecen a la exaltación […]. [L]os niños crecerán después de la resurrección, hasta la completa estatura del espíritu, y […] todas las bendiciones serán suyas, lo mismo que si hubieran vivido hasta la madurez y las hubieran recibido en la tierra”4.

1.       Menciona que José Smith enseñó que los niños que mueren resucitarán niños para ser entregados a sus padres y que estos los críen hasta que lleguen a ser adultos.  Y que recibirán las ordenanzas ya que para alcanzar la exaltación deben de estar casados.

Falso. Una vez resucitados, ya no se pueden hacer ordenanzas del templo tal y como la tenemos ahora. Recuerden las palabras de Cristo en Mateo 22:29-30: Entonces, respondiendo Jesús, les dijo: Estáis errando, al ignorar las Escrituras y el poder de Dios; porque en la resurrección, no se casan ni se dan en casamiento, sino que son como los ángeles en el cielo. Por tanto, si se resucita soltero, soltero se queda. Por eso, los templos hacemos la obra vicaria ahora porque debe ser efectuada antes de la resurrección ya que después, no existen este tipo de ordenanzas. Para los que les guste el libro de Jesús el Cristo del Elder Talmage, les dejo esta cita: “En la resurrección no habrá matrimonio ni entrega en matrimonio; todas las cuestiones del estado civil deben resolverse antes de ese tiempo, bajo la autoridad del Santo Sacerdocio, que tiene el poder de sellar el matrimonio tanto por el tiempo como por la eternidad “. (Capítulo 31).

2.       Los niños pequeños no solo alcanzan la madurez plena, sino que también reciben la exaltación plena. Abinadí enseñó que “los niños pequeños también tienen vida eterna” (Mosíah 15:25).

Al igual que las Escrituras a veces usan el término salvación como sinónimo de exaltación, a pesar de que es diferente: Mosiah aquí esta usando vida eterna como sinónimo de salvación.  Véase Moroni 8:10, 13 donde se menciona la salvación de los niños.

3.       Enfatizaré este párrafo:  El presidente Joseph Fielding Smith (1876–1972) explicó: “El Señor les dará a estos niños el privilegio de todas las bendiciones de sellamiento que pertenecen a la exaltación […]. [L]os niños crecerán después de la resurrección, hasta la completa estatura del espíritu, y […] todas las bendiciones serán suyas, lo mismo que si hubieran vivido hasta la madurez y las hubieran recibido en la tierra”

La idea mencionada en el punto 3 es completamente falsa. Si el niño resucita, ya no puede recibir ninguna de las ordenanzas del templo. Esto si es doctrina de la Iglesia que todas las ordenanzas hay que hacerlas en vida o vicarias pero nunca después de la resurrección por lo que esa cita por muy esperanzadora que es, es totalmente falsa.

El articulo hace la pregunta de porque mueren los niños y dice lo siguiente:

“Es difícil responder esta pregunta, sobre todo a aquellos que han perdido a un hijo pequeño. Tal vez, la mejor manera de comenzar a responderla es con las palabras de Nefi, que testificó: “Sé que [Dios] ama a sus hijos; sin embargo, no sé el significado de todas las cosas” (1 Nefi 11:17).

No conocemos todos los motivos de cada una de las tragedias que ocurren en la vida terrenal, pero podemos tener la certeza de que Dios nos ama. Aunque no debemos suponer que las tragedias son la voluntad de Dios, Su plan proporciona la manera de superarlas todas5. “No hay pesares en la tierra que el cielo no pueda curar”6.”

Todos sabemos que antes de venir a la tierra, vivíamos como espíritus con nuestros Padres Celestiales y que allí también había mandamientos los cuales cumplir y que gracias a esa obediencia, nos ganamos ciertas bendiciones aquí en la tierra. Orson Pratt dijo:

“Todos los espíritus cuando vienen aquí son inocentes, esto es, que si ellos, alguna vez, han cometido pecados, ellos se han arrepentido y obtenido perdón a través de su fe en el futuro sacrificio del Cordero. En la medida que concierne a la inocencia, ellos entran a este mundo por igual; pero en la medida a que a sus circunstancias se refiere ya no son lo mismo. Una clase de espíritus se les permite venir a este mundo en una época en la que el sacerdocio y el reino de Dios están sobre la tierra. y ellos oyen y reciben el evangelio; otros entran en este mundo en una época de oscuridad, y son educados en las doctrina erróneas y tontas. Algunos nacen entre la gente de Dios, y son educados en el camino correcto, otros nacen entre los paganos, y se les enseña a adorar ídolos. […]. Ahora, si todos los espíritus fueron iguales de fieles en guardar las leyes en su primer estado, ¿por qué son colocados en tales circunstancias diferentes en su segundo estado? ¿Por qué algunos se ponen en circunstancias donde son enseñados de Dios, llegan a ser gobernantes, reyes, y sacerdotes, y finalmente ser exaltado con toda la gloria del reino celestial, mientras que a otros se les enseña toda clase de maldad y nunca oyen el evangelio hasta que ellos lo escuchan en la prisión después de muertos y en la resurrección no reciben una gloria Celestial sino Terrestre? Si las recompensas y los castigos son los resultados de buenas o malas acciones, entonces parecería que las circunstancias buenas o malas bajo las cuales los espíritus entran en este mundo, tienen que depender de las acciones buenas o malas que ellos habían hecho en el mundo anterior. Nuestra condición cuando entramos en el mundo venidero dependerá de nuestra conducta aquí, por analogía entonces, ¿nuestra condición al entrar en este mundo no dependerá de nuestra conducta antes de nacer? ¿No es esa la pregunta que los Apóstoles hicieron al Salvador en cuanto al hombre que nació ciego mostrando así la posibilidad de que un hombre pudiera pecar antes de nacer? Consideraron razonable que un hombre pudiera nacer ciego como castigo a sus pecados que había cometido antes de nacer. Aunque todos los espíritus son inocentes cuando vienen aquí, ¿no podría ser posible que ellos fueran perdonados y hechos inocentes sobre la condición que entrarían en este mundo bajo circunstancias favorables o desfavorables según la naturaleza de su pecado? ¿Los habitantes de nuestro mundo que son levantados de los muertos no se diferencian en gloria como una estrella se diferencia de otra? ¿No es necesario que a ellos deban perdonárseles de todos sus pecados y hechos inocentes antes que puedan recibir el Espíritu Santo o cualquier grado de gloria? ¿Y no dependerá sus diferentes condiciones en la resurrección sobre la naturaleza de sus acciones en esta vida? Entonces, si tienen que ser perdonados y ser inocentes antes incluso de que puedan entrar en un reino de gloria, y si cuando entran allí, es bajo una gran variedad de circunstancias que dependen de sus acciones aquí, entonces podemos razonar, por analogía, que los espíritus tienen que ser perdonados y ser inocentes antes que puedan venir aquí que cuando vienen, será bajo una gran variedad de condiciones que dependerán de sus acciones en el estado anterior (The Seer págs 56-57)”

El manual de Instituto bajo la sección 76, reino terrestre encontramos lo siguiente:

“En la visión del reino terrestre, aparecen  aquellos que no son valientes para defender su testimonio(vers 79), incluso los que murieron sin ley pero recibieron el evangelio en el mundo de los espíritus. Entre estos candidatos terrestres que murieron son ley se encuentran la mayoría de las personas de las naciones paganas y que no lo recibirán posteriormente, pero llenan los requisitos para ser calificadas como honorables. El Élder Melvin J. Ballard explicó este tipo de personas de la forma siguiente: “...los que mueren sin ley,me refiero a los de las naciones paganas, por falta de fidelidad o de devoción en la vida anterior, reciben todo aquello a lo que tienen derecho. No quiero decir que a todos se les impida la entrada en la gloria más alta; cualquiera de ellos que se arrepienta y cumpla con las condiciones también puede obtener la gloria celestial, pero la mayoría solamente obtendrá la gloria terrestre. (Hinckley, Sermons of Melvin J. Ballard, pag 251)”

¿Sería descabellado pensar que recibimos las ordenanzas del sacerdocio en la tierra porque en la preexistencia fuimos obedientes para tal bendición? Esto explicaría el porque hay hermanos y hermanas mayores que nunca se han casado y la explicación podría ser que en la preexistencia fueron obedientes para recibir la investidura, pero no para más. Recordemos que la vida mortal es una continuación de la vida preterrenal. Ya lo dijo Alma que aquellos que reciben el sumo sacerdocio en la tierra es porque fueron obedientes en la preexistencia para tal ordenación. (Alma 13). Por tanto, si la ordenación a sumo sacerdote fue debido a la obediencia en la preexistencia, recibir el bautismo, o la investidura o casarse son bendiciones que podremos recibir si fuimos merecedores para ello en la vida premortal.

Y mi cita favorita del artículo: “Si bien no hay nada en esta vida que quite los sentimientos de pérdida que tiene una familia al perder a un hijo, podemos hallar consuelo en la doctrina de que los niños pequeños que mueren serán exaltados. Eso lo sabemos gracias a que lo ha revelado nuestro amoroso Padre Celestial y lo han enseñado Sus profetas y apóstoles modernos. Estas verdades de la revelación de los últimos días son algunas de las más dulces y reconfortantes del Evangelio.”

No existe la doctrina de que los niños sean exaltados. Las Escrituras no lo dicen. Estas dejan la puerta abierta a uno de los 3 grados de gloria del Reino Celestial pero que automáticamente se les asigne la exaltación, es erróneo. Y la última línea me recuerda a Korihor que les decía la pueblo lo que quería escuchar y estos se lo creían sin un mínimo de análisis. Hermanos que, porque sea dulce y reconfortante, esto no quiere decir que sea verdadero porque no hay ninguna revelación que lo afirme por mucho que el artículo lo repita.

Y para demostrar que José no recibió ninguna revelación, sino que son opiniones no vinculantes para la Iglesia, de la exaltación de niños o que estos resucitan como infantes y que crecen hasta ser adultos, veamos algunas citas:

“En cuanto a la resurrección, diré con dulzura que todos los hombres saldrán del sepulcro mientras se acuestan, sean viejos o jóvenes. Su voluntad no será agregada a la estatura ni un codo ni quitada de ella. Todos fueron levantados por el poder de Dios que tiene el espíritu de Dios en sus cuerpos y no Sangre. Los niños serán entronizados en la presencia de Dios y el Cordero con cuerpos de la misma estatura que estaban en la tierra. “Esta cita es del History Of the Church Vol 2, pag 53. Claramente, José Smith está contradiciendo la afirmación del artículo que los niños resucitan y crecen.

Todos conocemos el famoso discurso de José Smith que ofreció en el funeral del hermano King Follett. Pues esto es lo que dijo:

“Una pregunta [:] las Madres tendrán sus hijos en la Eternidad sí, sí, ustedes tendrán los hijos Pero a medida que caiga, se levantará, Nunca crecerá, Estará en su forma precisa como cayó en los brazos de sus madres. La eternidad está llena de tronos sobre los que habitan miles de niños que reinan en tronos de gloria sin un codo añadido a su estatura.” (Wilford Woodruff Journal, 7 June 1844, vol 2, pg. 159.)

De nuevo, tenemos a José Smith negando que los niños resucitados crezcan.

William Clayton era amigo y secretario privado de Jose Smith en Nauvoo y escribió lo siguiente en su diario:

“Le pregunté al presidente si crecerían los niños que mueren en la infancia. Él respondió “no, los recibiremos precisamente en el mismo estado en que murieron, es decir, no más grandes. Tendrán tanta inteligencia como nosotros, pero siempre permanecerán separados y solteros. No tendrán ningún aumento. Los niños que nacen muertos tendrán cuerpos completamente desarrollados por la resurrección.” George D. Smith, An Intimate Chronicle: The Journals of William Clayton, p.104.

Podemos notar que no solo José está afirmado que los niños no solo no crecen, sino que permanecen separados y solteros.

Otra cita interesante de José Smith:

Aquellos que no guardan ninguna Ley eterna en esta vida o no hacen ningún contrato eterno son solteros y están solos en el mundo eterno (Lucas 20-35) y solo son hechos Ángeles para ministrar a aquellos que serán herederos de la Salvación y nunca se convertirán en Hijos de Dios sin haber nunca guardó la Ley de Dios, es decir, la Ley eterna.” Words of Joseph Smith, pg. 232. Diario de Franklin D. Richards del 16 de Julio de 1843.

Claramente está diciendo que, para ser exaltados, todos tienen que recibir las ordenanzas en esta vida y vivir las leyes en el estado probatorio.

Brigham Young dijo:

“A menudo se ha preguntado cómo es con los niños pequeños; ¿Crecerán o no después? José dijo una vez que lo harían, y luego dijo que no lo harían, nunca tuvo ninguna revelación sobre el tema. No tengo ninguna doctrina que dar sobre este tema. Creo en la gran variedad de la vasta Creación de Dios. No creo que el Señor haya hecho jamás dos mundos iguales, o dos cosas iguales en ningún mundo, ni que la familia humana haya tenido la misma estatura en las distintas edades de este mundo. El Señor tiene poder para dar un alma o espíritu en un tabernáculo de dos o tres pies de altura, como en un gigante de 8 o 10 pies de altura ... Mi doctrina o creencia es que encontraremos a todos los niños y personas en la resurrección de la misma estatura que cuando murieron.” (Journal History, 31 January 1861)

Claramente, Brigham Young reconoce que no existe una revelación sobre los niños pequeños y su destino y que José Smith dio versiones diferentes sobre esto debido a que no había una revelación sobre el tema.

Y no porque sea la última cita es la menos importante, tenemos a José F. Smith afirmando lo siguiente:

“No creí, nunca creí que fuera reportado correctamente o que los que murieron en la infancia permanecerían como niños pequeños después de la resurrección. Nunca había entrado en mi alma la posibilidad de que tal pudiera ser el caso; sin embargo, no tuve el valor de decirlo, aunque me habían dicho esta circunstancia. Realmente no me importaba mencionarlo, porque conocía las fuertes opiniones que algunas personas tenían con respecto a la resurrección de los niños pequeños y, para siempre y para siempre, a permanecer como niños pequeños.” Improvement Era 21:567-574.

Aquí el profeta reconoce que no le gustaba la idea de que los niños no crecieran y que el “sentía” que era un error de transmisión. Y se queda tan ancho si dar evidencias a esa afirmación. Tendría razón si el que transcribió los discurso fuera la misma persona, pero las citas son de diferentes discursos, por diferentes personas e incluso de una charla de Jose con su secretario privado. Por tanto, no hubo error de transmisión de ideas.

Esto es un clásico ejemplo de creer una dosctrina que no existe, pero como es bonita, se siente bien es agradable al oído, tiene que ser así. Pues no tiene que ser así amigos, las doctrinas de Dios se pueden encontrar en las Escrituras y hemos visto que esta no solo no se encuentra, sino que no se ponen de acuerdo por lo que el articulo de discurso sud es pura lisonja.

Después de este análisis podemos afirmar que las Escrituras no mencionan la Exaltación para los niños y que es un tema no revelado pero que según la evidencia documental aquellos serán niños solteros en el reino celestial. Que cada cual piense lo que quiera pero que lo haga ateniéndose a las evidencias y no al sentimiento como José F. Smith que tomó una postura MacConkiniana.

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