Hay una web muy interesante titulada Análisis de la Doctrina Sud (1) en la que se encuentran artículos muy buenos y que merecen la pena leer. Encontré uno muy parecido al que tengo en este blog sobre la Segunda Unción con la salvedad que el autor afirma que no es una ordenanza esencial para la salvación. En definitiva, el afirma que no hace falta recibirla en esta tierra. El problema de esta ordenanza es que no hay mucho publicado oficialmente y lo que hay, la mayoría, es de fuentes apóstatas. Las pocas menciones oficiales a la ordenanza no dicen mucho y los diarios y periódicos solo la mencionan por nombre y poco más. Esto hace que haya mucha elucubraciones sobre la ordenanza ya que los que escriben solo pueden hacerlo desde una perspectiva intelectual comparando textos y referencias pero no desde la experiencia personal. El problema, del artículo de Análisis de la Doctrina Sud, es que el autor especula y da como válida su opinión sin ninguna referencia. Usted amable lector podría pensar que un servidor también cometerá los mismos errores que el otro autor ya que si oficialmente no hay mucho publicado pues ¿cómo puedo corregir a otro profano en la materia? Sencillamente, tengo como fuentes a varios hermanos que me confesaron que tenían la ordenanza por lo que me dieron algunos detalles que nunca han sido publicados y porque también, una vez, pude ver el armario donde se guardan todos los utensilios para la ceremonia (el presidente del templo olvidó cerrar con llave el armario). Por estos motivos, estoy en una capacidad que otros no tienen para poder hablar de la Segunda Unción. También intentaré que todo lo que escriba, esté documentado con referencias pero no esperen ver aquí como se realiza la ordenanza porque como toda ceremonia del templo, no se pueden dar detalles.
Como
siempre hago en estos casos, he copiado el artículo en su totalidad
e iré insertando mis comentarios en rojo.
¿Qué es la "segunda unción"?
La
segunda unción es una ordenanza realizada en el templo. No se
considera como una ordenanza esencial que se deba recibir en esta
vida para alcanzar la exaltación. ¿En
qué se basa el autor en afirmar que no es una ordenanza esencial
para la exaltación? ¿Quién
la considera así?. No
da ninguna referencia por lo que tal
afirmación cae en mera opinión
privada
y personal.
Para demostrar que la Segunda Unción es necesaria para la exaltación
veamos lo que dice el Elder Talmage cuando describe el cuarto
Santísimo del templo de Salt
Lake City:
“Este cuarto está reservado para las ordenanzas mayores del sacerdocio relacionadas con la exaltación de los vivos así como de los muertos.” (2)
Se
podría pensar que se está refiriendo a los
sellamientos entre esposos pero en la pag
175 describe el cuarto para sellar muertos y su función es: “Aquí
se arrodillan en humilde servicio los vicarios vivientes,
representantes de esposos, esposas, padres e hijos ya
fallecidos. No
hay más muebles que algunas sillas para el élder que está
oficiando, y para los testigos y las personas que van a efectuar las
ordenanzas en el altar.” En la pag 176 describe el cuarto para
sellar a los vivos y su función es la siguiente:”Aquí
se solemniza la sagrada ordenanza del matrimonio entre las partes que
vienen a hacer sus votos de
fidelidad conyugal por tiempo y por la eternidad, y a recibir el
sello del sacerdocio eterno sobre su unión. Aquí también se
efectúan las ordenanzas de sellar o adoptar a los hijos
vivientes
a
sus padres, cuando éstos no se han casado previamente según el
orden de matrimonio celestial.”
Si
en los otros cuartos se realizan las ordenanzas de sellamientos entre
esposos para vivos y fallecidos, ¿qué otras ordenanzas mayores del
sacerdocio relacionadas con la exaltación de los vivos así como de
los muertos se realizan en el Santísimo de Salt Lake City?
Evidentemente, es la Segunda Unción y como dice el elder es una
ordenanza de exaltación. Por lo que la afirmación de que no lo es
necesaria es totalmente falsa.
En
el temprano período de Utah, esta ordenanza se realizó más
extensamente de lo que se realiza actualmente. Aquellos que reciben
la segunda unción y guardan sus convenios del templo nunca hablan de
los detalles en cualquier foro público. Relatos escritos que
pretenden describir la segunda unción deben ser considerados con
extrema cautela y escepticismo. Académicos SUD [Fairmormon]
consideran que ningún fiel Santo de los Últimos Días querría
aprender sobre un tema tan sagrado a partir de fuentes no oficiales.
Además, ningún Santo de los Últimos Días buscaría sabiamente esa
información antes de tiempo. Información prudente, confiable y
adecuado se puede encontrar en las publicaciones de la Iglesia sobre
los temas de "vocación y elección", "plenitud del
sacerdocio", y "sellado por el Espíritu Santo de la
promesa." Para un excelente ejemplo, véase el artículo de New
Era de Junio de 1978 por Bruce R. McConkie, una publicación
aprobada, titulado "Matrimonio Celestial":
Para poder entrar dentro del vínculo correcto del matrimonio, uno debe hacer lo siguiente: Primero, buscar y encontrar el matrimonio celestial y la ordenanza apropiada; segundo, hallar a la persona que pueda administrar autorizadamente la ordenanza, alguien que posea el poder para sellar y que lo ejerza solamente en los templos del Señor, que han sido construidos mediante el diezmo y los sacrificios de Su pueblo; y tercero, debe vivir en justicia, rectitud, integridad, virtud y moralidad, de modo tal que tenga derecho a que el Espíritu de Dios ratifique, selle, justifique y apruebe lo que haga. Si ésta es la situación, su matrimonio es sellado por el Santo Espíritu de la promesa, quedando así ligado por tiempo y eternidad.
Vale la pena
estudiar lo que José Smith y los apóstoles enseñaron sobre estos
temas, mientras que las ordenanzas del templo estaban siendo
restauradas en Nauvoo. Wilford Woodruff resume uno de los discursos
de Brigham Young en su diario que se cita en History of the Church
[Historia de la Iglesia] (Vol. 5 p. 527):
Él también señaló que si alguien en la Iglesia tuvo la plenitud del Sacerdocio de Melquisedec, él no lo sabe. Para que cualquier persona tenga la plenitud del sacerdocio, él debe ser un rey y sacerdote. Una persona puede tener una porción de ese sacerdocio, lo mismo que los gobernadores o los jueces de Inglaterra tiene el poder del rey para tramitar negocios; pero eso no los hace Reyes de Inglaterra. Una persona puede ser ungido rey y sacerdote mucho antes de que él reciba su reino.
Recomendamos leer a respetados historiadores
mormones, Ronald K. Esplin, "José, Brigham y los Doce: Una
sucesión de continuidad" (Brigham Young University Studies 21
no. 3, 301-342) y a Richard L. Bushman, Joseph Smith: Rough Stone
Rolling (New York: Knopf, 2005). Heber C. Kimball señaló que aun
siendo "sellados para la vida eterna" no va a hacer ningún
bien si uno rompe sus convenios:
Algunos vendrán con gran celo y ansiedad, diciendo: Quiero mis investiduras; quiero mis lavados y unciones; quiero mis bendiciones; deseo ser sellado para la vida eterna, y deseo que mi esposa y mis hijos sean sellados conmigo; en pocas palabras, yo deseo esto y me gustaría aquello. ¿De qué serviría todo esto, si ustedes no viven a la altura de su oficio y practican su religión? Ni tanto bien para mí sería tomar una bolsa de arena y bautizarla, ponerle las manos por el don del Espíritu Santo, lavarle y ungirle, y luego sellarle para la vida eterna, a fin de que la arena se salve habiendo cumplido la medida de su creación, pero no lo hará, excepto a través de la fe y la obediencia. Esas pequeños piedritas y partículas de arena se han juntado y están comprometidas, como un solo corazón y mente, para lograr un propósito en la naturaleza. ¿No mantienen ellos el poderoso océano en su lugar por un esfuerzo unido? Y si estuviéramos plenamente unidos, podemos resistir y vencer todos los principios del mal que hay en la tierra o en el infierno. [Heber C. Kimball, Journal of Discourses 3:124.]
Todo
este párrafo esta sacado de
http://www.es.fairmormon.org/Mormonism_and_temples/Second_anointing
Preguntas y RespuestasCríticas sobre la Segunda Unción
La
definición más citada por los críticos de diferentes sitios web y
blogs se encuentra en Wikipedia (ingles). Sobre la
Segunda Unción leemos:
En el movimiento de los Santos de los Últimos Días, la segunda unción, también conocido históricamente en las escrituras de los Santos de los Últimos Días como la "plenitud del sacerdocio",es una ordenanza oscura y relativamente rara generalmente llevada a cabo en los templos como una extensión de la ceremonia de la investidura de Nauvoo. El fundador José Smith, hijo; citó la "plenitud del sacerdocio" como una de las razones para la construcción del Templo de Nauvoo.
En la ordenanza, un participante es ungido como un "sacerdote y rey" o una "sacerdotisa y reina", y es sellado al grado más alto de la salvación disponible en la teología mormona. Se dice que los que participan en esta ordenanza tienen su "vocación y elección hecho segura", y su matrimonio celestial "sellados por el Espíritu Santo de la promesa". Se dice que ellos han recibido "la palabra profética más segura"
¿Por qué es una ordenanza oscura según Wikipedia?
Wikipedia
usa el adjetivo Oscuro para referirse a esta ordenanza, según el
contexto y el significado que da la RAE, Oscuro quiere decir "Que
carece de luz o claridad." Los Santos de los Últimos Días no
hablamos de los convenios que hacemos en la ceremonia de los Templos,
porque son de carácter sagrado. Además la segunda unción es una
ordenanza que rara vez se efectúa, por no estar dentro de las
ordenanzas esenciales para recibirlo en esta vida. ¿De
dónde daca el autor la idea que es una ordenanza que rara vez se
efectuá? El que se haga discretamente sin publicación, no la hace
que se efectúe menos. Obviamente, no se realiza todos los días ni
todas las semanas pero los miembros se asombrarían de la frecuencia
con la que se realiza. Se
de un templo que un Miércoles a las 15 horas se cerró y se pidió a
los que estaban en su interior que desalojaran
el tempo
y esa tarde se realizaron estas ordenanzas mayores. El
autor
supone
que como no es
una ordenanza catalogada
como esencial,
pues
de ahí radica su poca frecuencia
pero....
¿De dónde sacó esa idea? No hay fuentes por lo que es solo su
opinión.
Los
participantes al no hablar de la ceremonia con los demás, hacen que
no se sepa con precisión como se practica y si es la misma desde sus
inicios. Pues
sí, ha cambiado y no se realiza tal y como aparece en los registros
antiguos o como el Hno Tom Phillips ha publicado por todos los
medios posibles.
En
resumen es una ordenanza que carece de luz, que carece de detalles y
claridad aún por la membresía de la iglesia actual y solo tenemos
registros de lideres tempranos sobre esta ordenanza.
¿Cuál es la diferencia entre la primera y segunda unción?
En
el mismo artículo de Wikipedia que usan los críticos leemos:
La "primera unción" se refiere al lavamiento y a la unción que es parte de la ordenanza de la investidura, en el que una persona es ungido para convertirse en un "rey y sacerdote" o una "reina y sacerdotisa" para Dios. En la segunda unción, por el contrario, los participantes son ungido como un "rey y sacerdote", o "reina y sacerdotisa."
La
"primera
unción" es un término que usa Quinn [Quinn (1994) , p. 113.] y
los críticos para referirse al lavamiento y a la unción que es
parte la ordenanza de la Investidura. Tal término, no forma parte de
la terminología SUD. El lavamiento y unción en la terminología SUD
son consideradas ordenanzas iniciatorias o preliminares [otro
artículo de Wikipedia hace mención más precisa en Templo(SUD)] La
segunda unción es una extensión de la iniciación y solo se da al
hombre y la mujer que han entrado en el nuevo y sempiterno convenio
del matrimonio. Se podría decir, de hecho, que la segunda unción
completa la iniciación. Puesto que en la iniciación se prometen
bendiciones futuras dependiendo la fidelidad, la segunda unción es
cuando se otorgan esas bendiciones. La descripción de que se te unge
como un "rey y sacerdote" o "reina y sacerdotisa."
es precisa según los registros. Muchos suponen que esta ordenanza se
administra a las Autoridades Generales y a sus esposas,(aunque
registros indican que no todos los apóstoles lo han recibido) así
como a otros matrimonios en reconocimiento de su extraordinaria
fidelidad. No
he encontrado esta cita en la Wikipedia pero de nuevo afirma sin
documentación; ¿dónde están esos registros que indican que no
todos los Apóstoles la han recibido?
¿Qué es la plenitud del Sacerdocio?
En
la Enciclopedia del Mormonismo leemos sobre el Sacerdocio:
"La Plenitud del sacerdocio es la más alta orden del sacerdocio, se logra sólo a través de una unión eterna del hombre y la mujer, santificado por las ordenanzas del sellamiento en el templo del Señor y ratificado por el Espíritu Santo de la promesa ( D&C 132: 18 19 ). Entonces aquellos que son unidos, que honran sus convenios entre sí y el Señor, heredarán la exaltación y la vida eterna en la Resurrección, que consiste en una unión eterna juntos y una familia eterna, incluyendo progenie eterna, hijos espirituales y la creación y posesión de mundos y universos.
Por lo tanto, todas las bendiciones, beneficios y herencias del sacerdocio son igualmente compartidas y alcanzadas por igual, por el marido y la mujer, si ellos llevan a cabo sus respectivas responsabilidades en fe, amor, armonía y en cooperación en el Señor. El apóstol Pablo dijo: "Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón." ( 1 Cor. 11:11 ) En los templos del Señor, las ordenanzas sagradas del sacerdocio (por ejemplo, lavamientos, unciones y recibir vestiduras) se administran a los hombres por los hombres y a las mujeres por las mujeres que han recibido las investiduras del sacerdocio en el templo ( EPJS , p. 337).
El
autor ha olvidado un párrafo anterior, en el mismo artículo, que
ilustra perfectamente como se consigue la plenitud del sacerdocio:
La
exaltación y la vida eterna en el grado más alto del Reino
Celestial se obtiene sólo cuando la plenitud del sacerdocio se
consigue mediante la construcción y el éxito de un matrimonio
eterno. No es la ordenanza del matrimonio celestial lo que te da la
plenitud del sacerdocio sino la construcción y el éxito de un
matrimonio celestial. Es decir, la plenitud es posterior a la
ordenanza del matrimonio celestial.
El
Presidente Ezra Taft Benson dijo en una conferencia:
Entrar en el orden del Hijo de Dios es el equivalente actual de entrar en la plenitud del Sacerdocio de Melquisedec, cuya plenitud solo se recibe en la casa del Señor... El profeta José Smith dijo que Adán bendijo a todos los de su posteridad porque "quería llevarlos a la presencia de Dios" (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 184). He aquí un explicativo pasaje de la sección 107 de Doctrina y Convenios que nos dice cómo podría Adán llevar a los justos de su posteridad, junto con él mismo, a la presencia de Dios: "El orden de este sacerdocio se confirmó para descender de padre a hijo; y por derecho pertenece a los descendientes literales del linaje escogido, al cual se hicieron las promesas. Este orden se instituyó en los días de Adán, y descendió por linaje. . . de que su posteridad sería la elegida del Señor, y que sería preservada hasta el fin de la tierra." (D. y C. 107:40-42; cursiva agregada.) ¿Cómo llevaría Adán a sus descendientes a la presencia de Dios? La respuesta es: Adán y sus descendientes entrarían en el orden del sacerdocio de Dios. Hoy en día, diríamos que irían a la Casa del Señor a recibir sus bendiciones. [“Lo que espero enseñéis a vuestros hijos acerca del templo”, Liahona, abril/mayo de 1986, pág. 1]
La
Plenitud del Sacerdocio tiene como fin prepararnos para ver la faz de
Dios, ser coherederos (reyes y sacerdotes) con Él y vivir en su
presencia como Familias Eternas (Apocalipsis. 1:6, D & C 84:22,
DyC 131:1–2.)
Leamos
mas sobre Sacerdocio en la Enciclopedia del Mormonismo:
"Hay tres grandes órdenes del sacerdocio mencionados [en la Epístola a los Hebreos]" (EPJS, p 322-23; HC 5:. 554-55), el de Melquisedec, el patriarcal, y el Aarónico… El orden patriarcal del sacerdocio es el derecho de los padres dignos que poseen el sacerdocio de presidir sobre sus descendientes a través de todas las edades; que incluye las ordenanzas y las bendiciones de la plenitud del sacerdocio compartidos por los esposos y esposas que se sellan en el templo.
El Profeta José Smith dijo:
“Si
un hombre ha de lograr la plenitud del sacerdocio de Dios, debe
obtenerla de la misma manera que Jesucristo la alcanzó, que fue por
guardar todos los mandamientos y obedecer todas las ordenanzas de la
casa del Señor.” (Enseñanzas pág. 169.)
El
presidente Joseph Fielding Smith escribió:
"Si
queremos recibir la plenitud del Sacerdocio de Dios, entonces debemos
recibir la plenitud de las ordenanzas de la casa del Señor, y guarda
sus mandamientos... Ningún hombre puede obtener la plenitud del
sacerdocio fuera del templo del Señor... Pero ahora tendrán que ir
a la casa del Señor, y no se puede obtener la plenitud del
sacerdocio a menos que vayas allí." (Elijah the Prophet, pp.
45–46.)
En
resumen: La plenitud del sacerdocio es recibir las ordenanzas en el
templo (ordenanzas esenciales para la exaltación), y así entrar a
la mas alta orden del Hijo de Dios, orden que comprende el orden
patriarcal. Para
el
autor la Segunda Unción no es una ordenanza esencial para la
exaltación pero; 1º ya hemos visto que sí lo es y 2º no da
ninguna
prueba documental para llegar a esa conclusión.
La
ordenanza que es una extensión de las promesas hechas, llamadas por
algunos la ordenanza final, es la Segunda Unción, Muchos consideran
que la segunda unción es igual a la plenitud del sacerdocio pero no
es así. ¿Dónde
están los documentos que demuestre la afirmación que la plenitud
del Sacerdocio no es la Segunda Unción? Es muy fácil
afirmar pero más difícil demostrar y el papel lo aguanta todo.
Según el elder McConkie en su libro Doctrina Mormona bajo el tema de
Reyes escribe lo siguiente:
Los
poseedores del Sacerdocio de Melquisedec tienen el poder de avanzar
en rectitud, viviendo de toda palabra que sale de la boca de Dios,
magnificando sus llamamientos, creciendo de gracia en gracia hasta
que a través de la plenitud de las ordenanzas del templo,
reciben la plenitud del sacerdocio y
son
ordenados reyes y sacerdotes.
Los que logren esto serán exaltados y serán reyes, sacerdotes,
gobernantes y señores en sus esferas respectivas en los reinos
eternos del gran Rey que es Dios nuestro Padre. (Apo. 1:6; 5:10.).
Si
nos fijamos bien, la plenitud del sacerdocio se recibe cuando la
persona es ordenada rey y sacerdote y eso es precisamente lo que hace
la Segunda Unción.
Veamos
otra cita:
“Los
que poseen la plenitud del Sacerdocio de Melquisedec son reyes
y sacerdotes del
más alto Dios,
y tienen las llaves del poder y bendiciones. De hecho, este
sacerdocio es una ley perfecta de la teocracia, y en representación
de Dios expide leyes al pueblo, y administra vidas sin fin a los
hijos e hijas de Adán.”
Ninguna
de las ordenanzas del templo, exceptuando la Segunda Unción, ordena
a los hermanos a reyes y sacerdotes.
En
el diario de
Anthony W. Ivins el 8 de abril de 1901 recoge
una cita de Presidente Joseph F. Smith: “Ningún
hombre recibe la plenitud del Sacerdocio de Melquisedec hasta que no
haya recibido su segunda unción.
Los hombres que sean recomendados a esta ordenanza sagrada deben ser
hombres de Dios cuya fe e integridad sean indiscutibles.”
Por tanto, queda claro como el cristal que la plenitud del Sacerdocio
y la Segunda Unción es lo mismo. Y leemos lo siguiente en Doctrina
de Salvación:
No
hay
exaltación en el reino de Dios sin la plenitud del sacerdocio […]
Todo hombre que es fiel y está dispuesto a recibir estas ordenanzas
y bendiciones obtiene una plenitud del sacerdocio, y el Señor ha
dicho que El “los hace iguales en poder, en fuerza y en dominio.”
Por
tanto, la afirmación de que la Segunda Unción no es una ordenanza
de exaltación es completamente falsa sin base en las Escrituras o de
los Hermanos. Es solo la opinión del autor que cree que no lo es.
Otros
nombres que recibe la segunda unción son: Bendiciones Mayores del
Sacerdocio del Melquisedec, Segundas Bendiciones y Segunda
Investidura.
Actualizado el 04/XI/16.
En la página web de BYU; https://rsc.byu.edu/archived/banner-gospel-wilford-woodruff/10-wilford-woodruffs-1897-testimony# en donde se analiza el testimonio del Presidente Woodruff de 1897 (este fue el primer testimonio en audio de la Iglesia) en el párrafo 7 dice lo siguiente;
Actualizado el 04/XI/16.
En la página web de BYU; https://rsc.byu.edu/archived/banner-gospel-wilford-woodruff/10-wilford-woodruffs-1897-testimony# en donde se analiza el testimonio del Presidente Woodruff de 1897 (este fue el primer testimonio en audio de la Iglesia) en el párrafo 7 dice lo siguiente;
Cuando Wildford Woodruff afirmó que el "recibió mis propias investiduras", el puede haber usado el plural para referirse a ambas: su "primera unción" cuando fue ungido como preparación para recibir más bendiciones el 2 de Diciembre de 1843, y su "segunda unción y sellamientos" que el recibió junto con su esposa Phoebe el 28 de Enero de 1844. Generalmente, esta última ordenanza se le llama "la plenitud del sacerdocio", aunque algunas veces se le llamó segunda unción o segunda investidura.Se puede notar que la propia BYU reconoce, no solo la existencia de la segunda unción sino que la llama por el nombre se "plenitud del sacerdocio", dejando claro que para recibir esta plenitud, los miembros deben recibir está última ordenanza.
¿Qué son Lavamientos y Unciones?
Leemos sobre Ordenanzas del Templo en la Enciclopedia del Mormonismo: LAVAMIENTOS Y UNCIONES. Los Lavamientos y las Unciones son ordenanzas preparatorias o de iniciación en el Templo. Ellas significan la limpieza y el poder santificador de Jesucristo aplicado a las cualidades de la persona y por la consagración de toda una vida. Tienen antecedentes bíblicos (Véase Lavamientos y Unciones). Las mujeres son apartados para administrar las ordenanzas por las mujeres, y los hombres son apartados para administrar las ordenanzas a los hombres. Los Santos de los Últimos días esperamos recibir estas promesas inspiradas e inspiradoras con la misma expectativa ferviente que traen al bautismo. Vienen con el espíritu del mandato de las Escrituras: "limpiad vuestras manos y vuestros pies ante mí" ( D. y C. 88:74 ; cf. 1 Juan 2:27 ). Un garment o prenda conmemorativa es dado con estas ordenanzas y son usadas a partir desde entonces por el participante.
¿Cuál es la descripción mas usada de la Segunda Unción a rasgos generales?
La
descripción más usada por los críticos de la segunda unción, es
una adaptación de una descripción anónima utilizada por David John
Buerger para su libro, Los Misterios de la Piedad. Esa descripción
se ha publicado en muchos lugares en Internet, y para algunos es
consistente con los registros de Segundas Unciones del siglo XIX. Sin
embargo como se menciono arriba estas descripciones sobre la segunda
unción deben ser considerados con extrema cautela y escepticismo.
Ante
esta afirmación de escepticismo debo aclarar que un servidor posee
una copia de la copia original del libro Book of Anointings fechado 8
de Enero-7 Febrero 1846, no solo se menciona
a todas las parejas que recibieron su segunda
unción en ese periodo sino que aparecen escritas las palabras de la
ordenanza de cuando la recibieron Brigham Young y esposa y Heber C.
Kiball y esposa. ¿Qué tiene de valor la copia que poseo? Pues que
el mencionado libro se encontraba en el Church Historian Office
y
podía ser consultado libremente. Un hermano lo pidió y estuvo días
copiandolo con su máquina de escribir Xerox. Mi copia es una copia
de la que hizo este hermano. Cuando la iglesia se percató de la
información que contenía el libro, se
guardó
en el Presidency Vault, por lo que ya no es accesible a ningún
miembro de la Iglesia. Esto
hace que mi documentación sea de las más fiables y exactas.
PRELIMINARES: La segunda unción se administra únicamente a parejas casadas, por recomendación de un miembro de la Primera Presidencia o del Quórum de los Doce, y bajo la dirección del Presidente de la Iglesia. Se puede realizar esta ordenanza de manera vicaria. Antes de que una pareja puede recibir la segunda unción, el esposo debe recibir la ordenanza del lavamiento de pies bajo la dirección del Presidente de la Iglesia. El lavado de los pies se administra en el Lugar Santísimo, o en un cuarto de Sellamiento apartado para este fin (D. y C. 88: 138-141)
PARTE I: UNCIÓN: Círculo de Oración: El esposo lleva un círculo de oración enseñado en la investidura. Unción del Esposo: El oficiante unge la cabeza del esposo con aceite, le impone las manos sobre la cabeza y le ordena como un rey y sacerdote del Dios Altísimo, para gobernar y reinar en la Casa de Israel por siempre. Luego el oficiante pronuncia bendiciones adicionales según el Espíritu le indique.
Unción de la Esposa: Similar a la anterior, solo que se la ordena como una reina y una sacerdotisa de su esposo, para gobernar y reinar con él en su reino para siempre. Obligaciones: A la pareja se le da la comisión de no revelar el hecho de que han recibido la segunda unción. Luego se le enseña a la pareja cómo administrar la segunda parte de la ordenanza.
PARTE
II: LAVAMIENTO DE PIES (PREPARACIÓN PARA EL ENTIERRO)
El lavamiento
de pies, en preparación para el entierro se realiza en la casa de la
pareja en un momento de su elección. En esta parte de la ceremonia,
ellos mismos se ofician [Los registros históricos indican que
algunas parejas han esperado años después de su unción antes de
realizar la segunda parte de la ordenanza]
Dedicación:
El marido dedica el hogar y una habitación en la que se realizara la
ceremonia [La dedicación de una casa es similar a a la practicada
comúnmente por los Santos de los Últimos Días].
Lavado
y Unción para el Entierro: La esposa lava y unge su esposo según el
patrón dado en Juan 12. Por lo tanto lo que hace la esposa es dar
memoria de lo que hizo María. La ceremonia prepara al esposo para el
entierro y afirmar ser su esposa en la resurrección. Teniendo la
autoridad, la esposa pronuncia bendiciones sobre su esposo según le
indique el Espíritu. [Aquí la esposa oficia para su esposo en su
calidad de sacerdotisa, de la misma forma utilizada en la iniciación,
donde las mujeres ofician a otras mujeres]. Esta
descripción de la ordenanza es tal y como se hacía en el siglo XIX
y parte del XX pero actualmente ha cambiado bastante.
Ahora
me gustaría brevemente citar a TB Spackman en su revisión del libro
Los Misterios de la Piedad:
¿Quién
es David John Buerger, y cuál es su relación con la Iglesia? La
contraportada indica que trabaja como "hombre de negocio
independiente y escritor financiero para revistas y empresas de
tecnología informática." Su postura personal sobre temas SUD
se encuentran dispersos en todo el libro. Buerger ve el Libro de
Mormón como una expresión de la teología anti-masónica y
anti-papista de José Smith. Tuvo que consultar al crítico D.
Michael Quinn y Anthony Hutchinson para que le expliquen sobre la
doctrina mormona de la Salvación. En 1992, se habían retirado su
nombre de los registros de la Iglesia. Ya que Buerger no tiene ni la
formación profesional, la autorización de la iglesia, ni su
testimonio espiritual a su favor, su libro debe considerarse a la
fuerza como la investigación y la interpretación de su autor…
Un
grano de trigo, entre la paja: Antes de poner de relieve algunos de
sus innumerables defectos, debo señalar que Los Misterios de la
Piedad tiene al menos una fortaleza: Una gran parte de las fuentes de
Buerger consiste en diarios originales, notas, cartas, y minutas de
los Archivos de la Iglesia que no se encuentran en otros lugares, que
él cita directa y ampliamente. No hay otro libro sobre el templo que
haga tal uso extensivo de estas primeras fuentes, que proporcionan
una ventana fascinante de los pensamientos y la comprensión de los
primeros miembros de la Iglesia en lo que respecta al templo. Pero
Buerger no se limita únicamente a fuentes fiables SUD. De hecho,
hace uso liberal de revelaciones apóstatas, literatura antimormona,
y otros fuentes menos confiables. Mientras que el valor histórico de
estos registros es discutible, su valor teológico no lo es. Los
miembros de la iglesia no necesitan que apóstatas nos enseñen
nuestra propia doctrina o liturgia… En lo personal, creo que
podemos preparar a otros mediante el compartir adecuado de nuestras
propias experiencias positivas y haciendo referencia a buenos libros
que tratan sobre tema [de prepararse para la investidura]. A causa de
sus defectos, Los misterios de la Piedad no califica en esa lista. No
debemos permitir que las cosas que más valoramos sean explicados por
los que menos lo creen (y entienden)... A pesar de la riqueza
doctrinal y centralidad de las ordenanzas del templo, Los Misterios
de la Piedad. no es una tesis doctrinal... Por ejemplo, Buerger
declara repetidamente que las doctrinas SUD del sellamiento y hacer
segura su vocación y elección son "calvinistas"...
Buerger afirma que porque Eva tiene pocas líneas de diálogo en la
presentación de la investidura, ello representa que las mujeres
están subordinadas a los hombres… Conclusión... Creo que este
libro ocupa un terreno intermedio. Aunque Buerger es ligeramente
antagónico hacia la Iglesia, proporciona buena información
histórica, que sin embargo podría perjudicar a algunos miembros de
la Iglesia que no están acostumbrados a la lectura de este tipo de
cosas. Sin embargo, para aquellos que pueden separar el trigo de la
paja, el libro de Buerger ofrece algunos buenos granos de trigo entre
la paja.
¿Estas Unciones tienen un paralelo bíblico?
El
Salmo 110 conocido como el Salmo real de entronización o de
ascensión al trono de un nuevo rey davídico es uno de los más
citados por el Nuevo Testamento. George Eldon Ladd (no SUD) en
Teología del Nuevo Testamento escribe: "En su contexto
vetostestamentario, este salmo presenta la entronización del Señor
David en el trono del Señor en Jerusalén." El texto que
presenta hace referencia al rito de entronización del soberano. Sin
embargo, la tradición judía y cristiana ha visto en el rey
consagrado, el Mesías, el Cristo, ambos significan el «Ungido».
Noel Quesson (no SUD) en 50 Salmos para todos los Días,
tomo I escribe hace una descripción del Salmo 110: "Es un
salmo-real: la escena se desarrolla en la "sala del Trono"
del palacio real de Jerusalén, que se eleva a la "derecha"
del Templo [Presencia de Dios] cuando uno mira hacia el Oriente.
Después de la ceremonia religiosa (la Unción) que tiene lugar en el
Templo, viene la entronización mediante un ritual preciso, como el
de cualquier corte Oriental: En nombre de Dios, un profeta invita al
nuevo rey a "sentarse en su trono"... En los escalones, hay
guerreros esculpidos sobre los cuales pasa el rey, pisándolos
simbólicamente (los museos de todo el mundo poseen muestras de estas
"¡escalinatas reales!")... Luego, se "sienta
solemnemente, y el profeta le entrega el cetro, insignia de mando
militar y político... Luego recibe su título prestigioso:" "Tú
eres el hijo de Dios", engendrado antes que la aurora, porque
"tu generación es eterna, en el pensamiento de Dios desde toda
la eternidad" (este título de "hijo de Dios" hace
parte de la ideología real de todo el Medio Oriente: Egipto, Persia,
Asiria)... Y para terminar la investidura, el joven rey es
constituido sacerdote (todo rey en Oriente era al mismo tiempo
sacerdote, con la función de ofrecer los sacrificios)... Finalmente,
el profeta presagia victorias para el nuevo rey: el será juez, el
"justiciero" que destruirá a los malvados." Otro
salmo que pertenece a uno de los salmos reales es Salmos 2:7 "Jehová
me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te he engendrado hoy." Según
2 Samuel 7:14, el otro texto de la cadena, la relación entre Dios y
el soberano davídico [el rey de Israel] era la de un Padre con su
hijo; por consiguiente, el día de la subida del rey al poder era el
día en el cual era engendrado como hijo de Dios. La interpretación
mesiánica de estos textos, resultan de la creencia de que el Mesías
sería del linaje davídico y se encuentra en el texto precristiano
4QFlor 1: 11-13. El autor de Hebreos entendía el «hoy» de Salmos
2:7 como el día de la exaltación de Cristo resucitado, el regreso a
su trono como su hijo al lado del Padre (cf. Hch 13:33) En muchas
escrituras Dios nos invita a que seamos hijos de Él. "Todos
ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús"(Gálatas
3:26) Como Pablo lo expreso: "Y si somos hijos, somos también
herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que
padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos
glorificados." (Romanos 8:17) porque Él "nos hizo reyes y
sacerdotes para Dios, su Padre."(Apocalipsis 1:6). Tal rito de
entronización disponible solo para los Ungidos o Reyes en la
antigüedad en los Templos antiguos, esta disponible en los actuales
Templos SUD y son hecho posible a través de las ordenanzas que Dios
a establecido en su Iglesia y bajo el orden del Sacerdocio de
Melquisedec. Bruce R. McConkie en su libro Doctrina Mormona bajo la
palabra Vocación y Elección Seguras dice: José Smith enseñó:
'Después que una persona tiene fe en Cristo, se arrepiente de sus
pecados, se bautiza para la remisión de ellos y recibe el Espíritu
Santo (por la imposición de manos), que es el primer Consolador,
entonces si continúa humillándose ante Dios, teniendo hambre y sed
de justicia y viviendo de acuerdo con todas las palabras de Dios, el
Señor le dirá dentro de poco: "Hijo, serás exaltado."
Cuando el Señor lo haya probado en todas la cosas, y haya visto que
aquel hombre está resuelto a servirlo, pase lo que pase, ese hombre
verá que su vocación y elección han sido confirmadas y entonces
será suyo el privilegio de recibir el otro Consolador:' Tener al
otro Consolador es que Cristo se le aparezca y tener visiones de la
eternidad. (Enseñanzas p. 178). Así, tal como también dijera el
Profeta: "La palabra profética más segura significa que un
hombre sepa, por revelación y el espíritu de profecía, que está
sellado para vida eterna, mediante el poder del Santo Sacerdocio."
(D & C 131:5.) La segunda parte, el lavamiento de los pies esta
aparentemente inspirado en la historia de la mujer que ungió a Jesús
en anticipación de su muerte. De allí probablemente se toma el
patrón para una ceremonia por la cual una mujer prepara
simbólicamente a su esposo para el entierro y de esta forma asegura
su posición como heredera de sus bendiciones. Los evangelios
presentan unción de la mujer para Jesús como un gesto profético
que atestigua su muerte inmanente. [ Esta historia se encuentra en
tres de los cuatro Evangelios (Mateo 26: 6-13; Marcos 14: 3-9; y Juan
12: 1-8. Y una similar, aunque diferente historia aparece en Lucas 7:
36-50. Ya que la versión de la historia de Juan identifica a la
mujer como María de Betania, hermana de Lázaro; en las otras
versiones de la historia, la mujer está en el anonimato. Las tres
versiones de la historia declaran que la mujer unge a Jesús para su
entierro. En la versión sinóptica de la historia (que se encuentra
en Mateo y Marcos)] La idea de que la unción descrita en los
Evangelios es una ordenanza destinado a ser repetido por otros
probablemente surge de la declaración de Jesús: "Les aseguro
que en cualquier parte del mundo donde se predique el evangelio, se
contará también, en memoria de esta mujer, lo que ella
hizo."(Marcos 14:9).
¿La Segunda Unción garantiza la exaltación a pesar que uno se descarrié o apostate después?
Los
críticos quieren que creamos que la ordenanza de la segunda unción
supuestamente garantiza la entrada a una persona en el grado más
alto de los cielos, independientemente de la forma de vida que tomen
después. Eso refleja una falta de comprensión de la doctrina SUD de
la Salvación y de como opera el Santo Espíritu Santo de la Promesa
en todas las ordenanzas. Muchos otros críticos ademas confunden esto
(como David John Buerger en su libro) con el problema que presentan
los cristianos calvinistas en sus cinco puntos del Calvinismo
(TULIP). Que se resume en: "Una vez salvo siempre eres salvo."
Doctrina parecida que sostienen muchos de nuestros críticos al
hablar sobre la Gracia. En Doctrina y Convenios leemos: "Pero
existe la posibilidad de que el hombre caiga de la gracia y se aleje
del Dios viviente; por lo tanto, cuídese la iglesia y ore siempre,
no sea que caiga en tentación; sí, y cuídense aun los que son
santificados."(D. y C. 20:32-34) y Jose Smith dijo: "...si
los hombres han recibido la buena palabra de Dios y conocido los
poderes del mundo venidero, y luego caen, ya no es posible
regenerarlos, pues han crucificado al Hijo de Dios nuevamente y lo
han expuesto a vituperio. De modo que hay posibilidad de que uno
caiga, sin poder ser regenerado nuevamente; y el poder de Elias el
Profeta no da protección contra este pecado, porque es la condición
que se estipula en los sellos y poderes del sacerdocio." [EPJS,
p 416] El Presidente Joseph Fielding Smith dijo: “El Santo Espíritu
de la Promesa es el Espíritu Santo y es quien pone el sello de
aprobación sobre cada ordenanza:... La promesa es que mediante la
fidelidad uno recibirá las bendiciones. Si un individuo viola un
convenio, sea el del bautismo, ordenación, casamiento, o cualquier
otro convenio, el Espíritu se retira y el hombre no recibe las
bendiciones. Toda ordenanza es sellada con una promesa de recompensa
dependiente de la fidelidad. El Espíritu Santo retira el sello de
aprobación si los convenios son quebrantados” (Doctrina de
Salvación, tomo I, pág. 43). Élder Bruce R. McConkie tambien dijo:
"Nada sirve mejor que la ordenanza y el contrato del bautismo
como ejemplo de cómo opera y del poder que tiene el Santo Espíritu
de la promesa. Es posible que una persona indigna de bautizarse
engañe a los élderes y haga que se efectúe la ordenanza, pero
nadie puede mentirle al Espíritu Santo sin ser descubierto. Por
consiguiente, el bautismo de una persona indigna que no se ha
arrepentido no es sellado ni ratificado por el Espíritu Santo; el
Espíritu no justificará a la persona indigna en sus acciones. Ahora
bien, si más adelante la persona llegase a ser digna por medio del
arrepentimiento y de la obediencia, el sello pasará a ser efectivo.
Asimismo, si se bautiza una persona digna que recibe la aprobación
ratificadora del Espíritu Santo, puede que se le retire el sello por
causa de pecados posteriores. Estos mismos principios se aplican a
todas las demás ordenanzas de la Iglesia." (Mormon Doctrine,
págs. 361–362). Como
bien dice aquí el autor, las ordenanzas no son válidas si no se es
digno pero si se lee con cuidado se refieren a las ordenanzas que van
desde el bautismo hasta el sellamiento entre esposos. No se menciona
la segunda unción. Es más, como bien dice el recibir esta última
ordenanza no te garantiza nada, ¿por qué? Porque todas las
ordenanzas deben ser ratificadas por el Santo Espíritu de la Promesa
por lo que hasta que no sea validada por él, la ordenanza no sirve
de mucho. Pero, ¿qué es lo que pasa cuando ya ha sido sellada? Y es
aquí donde el autor se equivoca y
mal informa al lector con su opinión.
Veamos que dicen los líderes y las Escrituras:
Bruce
R. McConkie en su libro Doctrina Mormona bajo la palabra Vocación y
elección Seguras:
VOCACION
Y ELECCION SEGURAS.
Ver
COHEREDEROS CON CRISTO, DIVINIDAD, ELECCION DE GRACIA,
HIJAS
DE DIOS, IGLESIA DEL PRIMOGÉNITO, MATRIMONIO CELESTIAL,
PLENITUD
DEL PADRE, REINO CELESTIAL, SALVACION, SEGUNDO
CONSOLADOR,
VIDAS ETERNAS. Los miembros de la Iglesia que devotamente se
consagran a una vida de rectitud, viviendo de cada palabra que sale
de la boca de Dios, hacen su vocación y elección seguras. Es
decir que reciben la más segura palabra de profecía,
lo que significa que el Señor los sella para la exaltación mientras
están aún en esta vida. Pedro resumió el curso de la
rectitud que los santos deben seguir para hacer su vocación y
elección segura y entonces (refiriéndose a su experiencia en el
Monte de la Transfiguración con Santiago y Juan) dijo que
esos tres habían recibido su palabra profética más segura.
(2 Pedro 1.)
José
Smith enseñó: "Después que una persona tiene fe en Cristo, se
arrepiente de sus pecados, se bautiza para la remisión de ellos y
recibe el Espíritu Santo (por la imposición de manos), que es el
primer Consolador, entonces si continúa humillándose ante Dios,
teniendo hambre y sed de justicia y viviendo de acuerdo con todas las
palabras de Dios, el Señor le dirá dentro de poco: "Hijo,
serás exaltado." Cuando el Señor lo haya probado en todas la
cosas, y haya visto que aquel hombre está resuelto a servirlo, pase
lo que pase, ese hombre verá que su vocación y elección han sido
confirmadas y entonces será suyo el privilegio de recibir el otro
Consolador:' Tener al otro Consolador es que Cristo se le aparezca y
tener visiones de la eternidad. (Enseñanzas p. 178). Así,
tal como también dijera el Profeta: "La palabra profética más
segura significa que un hombre sepa, por revelación y el espíritu
de profecía, que está sellado para vida eterna, mediante el poder
del Santo Sacerdocio." (D&C 131:5.)
Los
favorecidos por el Señor son sellados contra todo tipo de pecado y
blasfemia excepto la blasfemia contra el Espíritu Santo y el
derramar sangre inocente. Es decir que su exaltación está
asegurada; su vocación y elección es segura porque han obedecido la
plenitud de las leyes de Dios y han vencido al mundo. Aún cuando
tales personas "cometen algún pecado o transgresión del nuevo
y sempiterno convenio, cualquiera que sea, y toda clase de
blasfemias, y si no cometen homicidio en el que vierten
sangre inocente, todavía saldrán en la primera resurrección y
entrarán en su exaltación; pero serán destruidos en la
carne y entregados a los bofetones de Satanás hasta el día de la
redención, dice Dios el Señor." (D&C 132:26) El Señor les
dice: "Saldréis en la primera resurrección; ....y heredaréis
tronos, reinos, principados, potestades y dominios, toda altura y
toda profundidad." (D&C 132:19) El Profeta fue sellado de
esta manera. Es decir "que sabía por revelación y por el
espíritu de profecía, a través del poder del Santo Sacerdocio",
que llegaría a ser Dios en la vida venidera. A él la Deidad dijo:
"Porque yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo hasta el fin
del mundo y por toda la eternidad; porque de cierto, sello sobre ti
tu exaltación, y te preparo un trono en el reino de mi Padre, con
Abraham tu padre:' (D&C 132:49)
Se
deberá entender claramente que estas grandes bendiciones no son
parte del
matrimonio
celestial; "las bendiciones pronunciadas sobre las parejas en
conexión con el matrimonio celestial están condicionadas a la
consiguiente fidelidad de ambos." (Doctrina de
Salvación, vol. 2 pág.58.)
En
el manual del alumno de instituto de D&C leemos:
D.
y C. 131:5. ¿Qué es “la palabra profética más segura”?
El
élder Bruce R. McConkie dijo:
“Los
miembros de la Iglesia que se vuelcan enteramente a la justicia,
viviendo conforme a toda palabra que sale de la boca de Dios, hacen
firme su vocación y elección.
Es decir, reciben la palabra profética más
segura, lo cual significa que el Señor sella la exaltación de ellos
mientras todavía están en esta vida.
Pedro resumió la senda de la justicia que debe seguir todo santo a
fin de asegurar su vocación y elección, y luego (refiriéndose a la
experiencia vivida en el monte de la Transfiguración con Santiago y
Juan) dijo que ellos tres habían recibido esa palabra profética más
segura (2 Pedro 1).
“Los
que son así favorecidos del Señor son sellados contra toda suerte
de pecado y blasfemia excepto la blasfemia contra el Espíritu Santo
y el derramamiento de sangre inocente. Es decir, tienen asegurada su
exaltación; su vocación y elección se han ‘hecho firmes’ o
asegurado porque han obedecido la plenitud de las leyes de Dios y han
vencido al mundo.” (Mormon
Doctrine, págs. 109-110; véase también D. y C. 132:17, 26; Notas y
comentario sobre D. y C. 76:53.)
La
palabra profética más segura se recibe después del matrimonio
celestial. En el mismo manual de instituto dice lo siguiente:
D.
y C. 132:26-27. ¿Asegura el matrimonio en el templo la exaltación
de las personas, pese a la forma en que vivan?
Algunas
personas han intentado distorsionar el sentido de estos versículos
insinuando que al casarse en el templo, uno tiene ya asegurada la
exaltación. A ese razonamiento se refirió Pedro cuando dijo:
tuercen... las... Escrituras... para su propia perdición” (2 Pedro
3:16). El presidente Harold B. Lee indicó que un matrimonio en el
templo puede ser perfeccionado y sellado por la eternidad,
pero que no hay garantía de ello en la ceremonia misma:
“Algunas
personas tienen el concepto equivocado de que si de alguna manera
pueden entrar en la casa del Señor y casarse, cuentan con la
seguridad de alcanzar la exaltación no importa qué hagan, y, para
sustentar su forma de pensar, citan la sección 132, versículo 26.
Pero eso no es lo que indica el Señor. El Señor asegura la
exaltación a los que cometan errores, si se arrepienten de ellos”
(Cram for Life’s
Final
Examination,
Brigham Young University Speeches of the Year [Provo, 5 de enero de
1954], pág. 7). El presidente Joseph Fielding Smith comentó lo
siguiente:
“El
versículo 26 de la sección 132 es el pasaje más mal interpretado
de las Escrituras. El Señor nunca ha prometido a ningún alma que
será llevada a la exaltación sin el espíritu de arrepentimiento. A
pesar de que el arrepentimiento no se menciona en este pasaje, aun
así, está, y debe estar sobrentendido. Me extraña que todos
conozcan el versículo 26, pero me parece que nunca han leído o
escuchado Mateo 12:31-32, donde el Señor nos dice en substancia la
misma cosa que encontramos en el versículo 26 de la sección 132.
“Así
que debemos deducir que aquellos de quienes se habla en el versículo
26 son los que, habiendo pecado, se han arrepentido
completamente y
están dispuestos a pagar el precio de sus pecados; de otro modo, no
tendrían las bendiciones de la exaltación. Es absolutamente
necesario el arrepentimiento para obtener el perdón, y la persona
que haya pecado debe ser limpiada.” (Doctrina
de Salvación,
tomo II, págs. 88, 89.)
La
frase clave es “...y son sellados por el Santo Espíritu de la
promesa” (D. y C. 132:26). Este sellamiento está relacionado con
el hecho de “hacer firme” o asegurar la propia vocación y
elección. (Véase Notas y comentario sobre D. y C. 76:53;
131:5; 132:7.)
Hablando
específicamente de la promesa que encontramos en Doctrina y
Convenios 132:26, el élder Bruce R. McConkie dijo:
“El
hacer firme o asegurar la propia vocación y elección viene
después del matrimonio celestial y se deriva de él.
La vida eterna no existe ni puede existir para el hombre solo o la
mujer sola, porque su misma naturaleza consiste en la continuación
de la unidad familiar en la eternidad. Por eso, la revelación
referente al matrimonio habla tanto del matrimonio celestial (en el
que se dan las promesas de la vida eterna con la condición de
recibirlas si son fieles) como del hecho de hacer firme o asegurar la
propia vocación y elección (en el que se dan
las promesas incondicionales de la vida eterna) en
la misma frase, en la cual también se dice que quienes cometan
pecados (con la excepción del ‘homicidio en el que vierten sangre
inocente’) después de ser sellados para vida
eterna, aún alcanzan la exaltación.
Y después
dice ‘entonces’, esto es, después de haber hecho firme o
asegurado su vocación y elección [y
cita D. y C. 132:19-20].
“Luego,
la revelación [vers. 26] habla de aquella obediencia de la cual
surge la vida eterna y. hablando todavía del matrimonio celestial y
de hacer segura la propia vocación y elección, dice: ‘De cierto,
de cierto te digo, que si un hombre contrae matrimonio con una mujer
conforme a mi palabra, y son sellados por el Santo Espíritu de la
promesa, de acuerdo con mi precepto’, es decir, si ambos están
casados y se les asegura su vocación y elección. ‘saldrán en la
primera resurrección y entrarán en su exaltación’.” (Doctrinal
New Testament
Commentary,
3:343-344.)
Si
uno hace firme o asegura su propia vocación y elección y esa
promesa le es sellada por el Santo Espíritu de la Promesa —sigue
diciendo el élder McConkie—, ello no significa que pueda pecar
impunemente.
“¿Qué
sucedería si quienes han recibido la seguridad de su vocación y
elección pecaran gravemente?
Supongamos que se
descarriaran y siguieran el camino de la iniquidad o que lucharan
contra la verdad y se
rebelaran contra
Dios.
¿Qué les
sucedería?
“Es
evidente que todos los hombres pecan, antes y después del bautismo,
y también antes y después de hacer firme o segura su vocación y
elección. Ha habido solamente un hombre sin pecado: El Señor Jesús,
que era el propio Hijo de Dios.
“Así,
en la revelación que anuncia el establecimiento de la Iglesia
restaurada en esta época, el Señor dice: ‘Pero existe la
posibilidad de que el hombre caiga de la gracia y se aleje del Dios
viviente; por lo tanto, cuídese la iglesia y ore siempre, no sea que
caiga en tentación; sí, y cuídense aun los que son santificados’
(D. y C. 20:32-34).
“Los
profetas y Apóstoles desde Adán y Enoc en adelante, y todos los
hombres, ya sea que hayan sido purificados y santificados del pecado
o no, siguen sujetos al pecado y, de hecho, pecan. Así sucede aun
después de haber tenido las visiones de la eternidad y de haber sido
sellados por aquel Santo Espíritu de la Promesa que ha asegurado su
vocación y elección. Dado que a estos escogidos se les ha asegurado
la promesa de la vida eterna, y dado que ‘nada impuro puede entrar’
en el ‘reino’ del Padre (3 Nefi 27:19), ‘ni morar en su
presencia’ (Moisés 6:57), ¿qué sucede con los pecados cometidos
después de ser sellados para vida eterna?
“Es
obvio que todavía tienen vigencia las leyes del arrepentimiento y
cuanto mayor luz tenga la persona, tanto más busca el don del
arrepentimiento, y más se esfuerza por liberarse del pecado tantas
veces como desobedezca la voluntad divina y se sujete al Maestro del
Pecado, que es Lucifer. Es lógico suponer que los pecados de los que
temen a Dios y de los justos son perdonados continuamente porque se
arrepienten y buscan al Señor de nuevo cada día y a cada hora.
“Y,
de hecho, la bendición de tener asegurada la propia vocación y
elección es en sí motivo alentador para evitar el pecado y una
defensa contra futuras caídas. Por ese largo camino de obediencia y
pruebas que les permitió alcanzar tan grande bendición, los
santificados han marcado un camino y elaborado un modelo de vida que
evita el pecado y fomenta la rectitud. Así, el Señor dijo:’...os
nombro a Hyrum Smith para ser vuestro patriarca, para poseer las
bendiciones de sellar en mi iglesia, sí, el Santo Espíritu de la
promesa, mediante el cual sois sellados para el día de la redención,
a fin de que no lleguéis a caer, no obstante la hora de tentación
que pueda sobreveniros’ (D. y C. 124:124).
“Mas
suponed que tales personas se vuelvan desleales y las abandone el
espíritu del arrepentimiento — lo cual es una eventualidad que se
presenta rara vez—, ¿qué sucedería entonces? La respuesta es —y
las revelaciones y enseñanzas del profeta José Smith así lo
indican—: que entonces deben pagar el castigo
de sus propios pecados, porque la sangre de Cristo no los limpiará.
O si cometen homicidio o adulterio, pierden la herencia prometida
porque esos pecados quedan fuera de las promesas dadas en el
sellamiento. Y si cometen el pecado imperdonable,
llegan a ser hijos de perdición.”
(Doctrinal New
Testament Commentary,
3:342-343.)
Tanto
los Hermanos como las Escrituras afirman que una vez recibida la
Segunda Unción y esta ha sido sellada por el Santo Espíritu de la
Promesa, ya las bendiciones son incondicionales, la persona ya está
exaltada (si no comente ningún pecado imperdonable) y si peca, será
entregada a los bofetones de Satanás para pagar por sus pecados pero
será al final exaltada.
¿Es la Segunda Unción una Ordenanza que debemos recibir en la tierra para obtener la exaltación?
Según
registros históricos (Por ejemplo, Registros de las unciones de
Heber y Vilate Kimball, 1846 y Brigham y Mary Ann Young, 1846 ) y
declaraciones tempranas, sin duda es una ordenanza que se realizo en
los templos, pero a la vez es evidente que han sufrido una serie de
revisiones y modificaciones como lo reconoce David John Buerge en su
libro The Misteries of Godliness [Los Ministerios de la Piedad]
Buerge se pregunta ¿Debe un miembro fiel recibir la segunda unción
para la exaltación en el grado más alto del reino celestial? El
cree que sí. Sin embargo reconoce que la política oficial de la
iglesia iniciada por Heber J. Grant sugería que las autoridades de
la Iglesia sienten que la segunda unción no es necesaria para la
exaltación. ¿Dónde
están los documentos que muestren que las Autoridades Generales
SIENTEN que no es necesaria para la exaltación?
Señala
que a partir de 1949, la práctica había sido "prácticamente
interrumpido" por la Iglesia SUD [Buerger 1983, p. 42] aunque
hasta 1981 podría haberse "realizado aunque a pequeña escala"
[Buerger 1983] El autor postula que la segunda unción se convirtió
en solo una bendición, debido a que muchos entendían esta unción
como una ordenanza "incondicional", es decir las personas
tenían garantizadas su salvación a pesar de que más tarde caigan
de la fidelidad, con excepción de los pecados imperdonables. Al ser
solo una "bendición especial" se convierte en promesas
condicionales recibidas en tal ordenanza. Buerger comenta en sus
notas:
En
una entrevista con un presidente de templo, él me dijo que la
segunda unción no era más que una "bendición especial" y
que no era esencial para la exaltación. dijo que no estaba seguro
porque las personas fueron llamadas a recibir las segundas unciones y
por esa razón le había "incomodado el asunto en su mente".
Cabe mencionar que durante su intervención que precede a una
ceremonia de boda a la que asistí, él definió la "plenitud
del sacerdocio" como haber recibido el Sacerdocio de
Melquisedec, la Investidura y el Matrimonio Celestial. "Al
recibir el sellamiento del Matrimonio Celestial", él declaro,
"recibirán la 'plenitud del sacerdocio' en el sentido que es la
ordenanza final para la exaltación". Al hablar con él mas
tarde, le mencioné que mi entendimiento de la frase "plenitud
del sacerdocio" se refiere a la segunda unción. El no estaba de
acuerdo y reafirmo lo que dijo antes de la boda. Le pregunté, si él
había recibido instrucciones precisas de fuentes más altas en
cuanto a sus declaraciones sobre la "plenitud del sacerdocio".
Él contestó que no: "lo investigue por mi cuenta y si lees
José Fielding Smith y Bruce R. McConkie, ellos declaran lo mismo".
En otra entrevista, con un Presidente del Templo ofreció
comentarios similares. Sin embargo, no solo describió la segunda
unción como una "bendición especial" sino que él dijo:
"La segunda unción no hace más para usted que la primera
unción y la investidura; no se lleva a cabo una ordenación especial
en la segunda unción." Si esta información es correcta, parece
probable que la estructura de la ceremonia se ha modificado en los
últimos años para reflejar las preocupaciones de los líderes de la
Iglesia sobre la ordenación de los miembros a la divinidad, como se
hizo en los años anteriores. Esto ayudaría a explicar el uso
generalizado del termino "bendición especial", de una
manera uniforme por los lideres actuales, como una descripción al
referirnos a la segunda unción. Como
bien explica son solo la opinión de Presidentes de templo que no han
recibido instrucciones de los Hermanos por lo que no hay que tomarlo
como verdad absoluta.
Hay
algunos registros que apoyan esta postura. Por ejemplo, John A.
Tvedtnes registra en una entrada de su diario que en una sesión
misionera de preguntas y respuestas en el Templo de Salt Lake
pregunto al apóstol Harold B. Lee , si la "segunda investidura"
existía y, "Si es así, qué relación tiene con el Espíritu
Santo de la Promesa, ¿Quien lo recibe? ¿Por qué y Cómo? ",
Lee respondió: "No tienen que preocuparse. Han recibido todas
las ordenanzas necesarias para la exaltación... Es una bendición
especial dada por el Presidente de la Iglesia a hombres quienes han
sido llamados. No es necesario para recibirlo, de la manera que,
Tienen toda la investidura que necesitan para ser exaltados".
[John A. Tvedtnes, Journal, 30 June 1961] Una
lectura superficial de lo que relata el hno. Tvedtnes en su diario
parecería dar la razón a la hipótesis que no es necesaria pero si
nos fijamos bien, era una reunión de misioneros y hasta donde yo se
los misioneros están
solteros así que si como dice el que dijo el Pres Lee ellos ya
tienen todas las ordenanzas de exaltación, el casarse en el templo
no es necesario para
alcanzar el grado más alto del reino celestial. Recordemos, que los
misioneros sirven una misión con la ordenanza de la investidura,
que es lo máximo que un misionero ha podido recibir para poder irse
la misión. Así que esta fuente en vez de apoyar su teoría la
desautoriza completamente.
En
Resumen: Se podría decir que a partir de los registros históricos
que describen la segunda unción, parece ser que bajo la dirección
de los profetas la segunda unción como tal cambio y se ha aclarado
que es solo una bendición especial u ordenanza especial que apunta a
las bendiciones que recibirán quienes serán exaltados (Apo. 1:6;
5:10.) no siendo necesaria ni requerida para que todo miembro la
realice en el templo aquí en la tierra. Este
resumen es todo una interpretación de los hechos históricos. No
tiene base ninguna para afirmar lo que dice. Lo de la bendición
especial es mera opinión de Presidentes de Misión que, como
reconoce, no saben porque se realiza la ordenanza por lo que esos
testimonios no son válidos para afirmar tajantemente; 1º que no es
una ordenanza que hay que recibir en la tierra y 2º que no es
necesaria para la exaltación.
Al
ver la segunda unción como una extensión de las ordenanzas
necesarias para la exaltación, o como la parte final de la ordenanza
de la investidura, entendemos la ordenanza como la futura unción
prometida para quienes lleguen a ser exaltados por Dios. El
autor presupone que después de la resurrección es cuando
se recibe la segunda unción. Algo que ya hemos visto que es
imposible porque es una ordenanza terrenal (entiéndase de esta
probación) y al igual que después de la resurrección no se
realizan ni investiduras ni sellamientos, tampoco se realizan
segundas unciones. D&C 76 vers 56 dicen que los que alcancen la
gloria celestial son ya sacerdotes y reyes. Por tanto, es antes y no
después de alcanzar la exaltación o ser un Dios cuando las personas
tienen que recibir esta ordenanza.
¿Cuales son las ordenanzas necesarias para la exaltación? ¿Existen mas ordenanzas?
Leemos en Manual 2 de Administración de la Iglesia: "Una ordenanza es un acto sagrado, como el bautismo, que se efectúa por la autoridad del sacerdocio. Las ordenanzas del bautismo, la confirmación, la ordenación al Sacerdocio de Melquisedec (para los hombres), la investidura del templo y el sellamiento en el templo son necesarias para la exaltación de toda persona responsable. A éstas se les llama ordenanzas de salvación." Son ordenanzas esenciales para alcanzar la exaltación, tanto para vivos como para los muertos. Pero el manual en ningún momento no dice que sean las únicas o que no haya más. El autor tergiversa el texto para que, la falta de información se convierta en no hay más ordenanzas. Y ya hemos visto que hay más ordenanzas de exaltación. En el manual de Principios del Evangelio, en el capitulo sobre el Milenio leemos: "Durante el Milenio, los miembros de la Iglesia llevarán a cabo dos grandes obras: la obra del templo y la obra misional. La obra del templo incluye las ordenanzas que son necesarias para la exaltación, entre las cuales se encuentran el bautismo, la imposición de manos para conferir el don del Espíritu Santo y las ordenanzas del templo, que incluyen la investidura, el matrimonio en el templo y el sellamiento eterno de las familias. Muchas personas han muerto sin recibir esas ordenanzas; por lo tanto, la gente en la tierra debe efectuarlas por ellas. Esa obra se está llevando a cabo diariamente en los templos del Señor. Es mucha la obra que se debe efectuar antes de que comience el Milenio, de manera que se termine durante esa época."
Sin
embargo aunque estas ordenanzas son las que el Señor nos requiere y
han sido reveladas a través de sus profetas para efectuarlas aquí
en la tierra y que se extenderá hasta el milenio. Esta no es
excluyente a que existan otras ordenanzas. Al igual que la plenitud
del evangelio no es equivalente a toda verdad tanto en el cielo como
en la tierra según las escrituras.
Muchos profetas han enseñado que hay muchas ordenanzas que se nos
revelaran y serán parte para nuestra exaltación. Vuelve
a insistir que hasta el sellamiento son las únicas ordenanzas que se
nos requiere para la exaltación. Menciona que hay más ordenanzas
para nuestra exaltación y eso es falso. Una son las ordenanzas de
exaltación; a saber desde el bautismo hasta la segunda unción y
otra son las ordenanzas de los Dioses o
que reciben los que ya han snido
exaltados.
Es decir ordenanzas que se reciben una vez que estás exaltado no te
ayuda en tu exaltación porque ya la
has logrado.
El
Presidente Spender W. Kimball dijo en una Conferencia General: El
presidente Brigham Young, segundo Presidente de esta dispensación,
dijo lo siguiente: "Esta gente supone que tenemos en nuestra
posesión todas las ordenanzas para la vida, salvación y exaltación,
y que estamos administrándolas. Pero ese no es el caso. Estamos en
posesión de todas las ordenanzas que pueden ser administradas en la
carne; pero hay otras que deben ser administradas más allá de este
mundo. Sé que queréis saber cuáles son y voy a mencionar una: no
tenemos, ni podemos recibir aquí, la ordenanza ni las llaves para la
resurrección." (Journal of Discourses, 15: 137.)… Las llaves
"serán dadas a aquellos que hayan pasado de esta esfera de
acción, y hayan recibido de nuevo su cuerpo... Ellos serán
ordenados para resucitar a los santos por aquellos que tienen las
llaves de la resurrección, tal como nosotros recibimos la ordenanza
del bautismo, y luego las llaves de la autoridad. para bautizar a
otros para la remisión de sus pecados. La resurrección es una de
las ordenanzas que no podemos recibir aquí sobre la tierra, y hay
muchas otras." (Journal of Discourses, 15:137). Recordemos
cuando el Señor Jesucristo estaba en la embarcación, dormido, y sus
discípulos le despertaron diciéndole: "Maestro, ¿no tienes
cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo
al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.
...y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento
y el mar le obedecen?" (Mar. 4:38-39, 41.)… Este es un poder
que podremos tener cuando lleguemos a la perfección y recibamos el
poder de crear, de organizar, de controlar los elementos naturales.
"No tenemos esa ordenanza aquí”, dijo Brigham Young.
"Organizamos de acuerdo con el estado mortal. Combinando los
elementos de las semillas y la tierra, hacemos que crezcan árboles y
vegetales; pero no les damos la vida. Organizamos aquí un reino de
acuerdo con el modelo que el Señor nos ha dado para los mortales, y
no para aquellos que ya han recibido la resurrección." (Journal
of Discourses, 15: 137.)… "No tenemos el poder en la carne
para crear ni producir un espíritu; a pesar de todo el conocimiento
que tienen los expertos del mundo, todavía este poder no se ha dado
al hombre; pero tenemos el poder dado por Dios de crear cuerpos
temporales para nuestros hijos... Podréis percibir entonces, que
nuestra obra no finaliza mientras vivimos en esta tierra, igual que
la de Jesús no finalizó con su existencia terrenal."
[Conferencia General Abril 1977]
Efectivamente,
como bien dice el Pres. Kimball citando al Pres Brigham Young, hay
ordenanzas más allá de este mundo. Si se lee a ambos las ordenanzas
que se recibirán una vez que ya tienes un cuerpo glorificado y eres
exaltado son: traslación, poder de resucitar, traslación, mandar a
los elementos, organizar materia y engendrar hijos espirituales. Si
notan, esas ordenanzas son para administrar los asuntos de los Dioses
y por eso la reciben los exaltados. El ser rey y sacerdote es una
condición que tienes que recibir antes de la exaltación porque si
no, podrás ir al reino celestial pero a cualquiera de los otros
grados. El
que
ambos profetas concuerden en la afirmación de ordenanzas más allá
del velo, no significa que la Segunda Unción sea una de ella. Si lo
es, que lo afirme con datos, algo que en ningún momento ha hecho.
Por mi parte, espero que haya quedado claro que la Segunda Unción es
una ordenanza de esta tierra que todos los que aspiren a la
exaltación
deben recibirla en un templo o bien en vida o vicariamente pero
siempre antes de resucitar porque entonces ya no la podría recibir
porque no es una ordenanza de los exaltados sino para alcanzar la
exaltación.
Notas:
Notas:
(2)
La Casa del Señor pág. 178
(3)
Enseñanzas del Profeta José Smith pág. 177
Veo que por fin se te dio por dar referencia. Estas aprendiendo!
ResponderEliminarCuando recibiste la segunda unción?
ResponderEliminarHay preguntas que nunca seràn respondidas.
EliminarHay preguntas que nunca seràn respondidas.
EliminarSolo los alto cargo de liderazgo reciben la segunda unción! Cómo más de 5 millones de miembros fieles la recibirán? Es imposible recibirla!
ResponderEliminarO ciertamente es una bendición especial
O existe otra forma de recibirla.